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La mujer que buceó en la vida de Camiroaga

Cecilia Gutiérrez aún mantiene en su casilla el último e-mail que le envió el animador: se iban a juntar la semana en que murió.
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Su nombre quizás no le diga mucho. Pero si a Cecilia Gutiérrez la busca en Google y le agrega el nombre de Felipe Camiroaga, el resultado será un sinfín de links que lo llevarán al mismo tema: ella es una de las periodistas que escribió el libro sobre la vida del animador de TVN, "Felipe Camiroaga, la verdadera historia".

Oriunda de la VIII Región, esta periodista se crió en Santiago, ciudad en donde se radicó en términos labores y donde comenzó la creación de su polémica biografía no autorizada.

CERCANÍA LABORAL

Su relación con Felipe Camiroaga partió antes de que escribiera el libro junto a su colega Cristián Farías. Cecilia lleva siete años trabajando en La Tercera, donde es especialista en industria televisiva.

"Siempre tenía que llamarlo y hacer notas sobre sus programas. Perdí la cuenta de cuántas veces lo entrevisté. Él tenía mi celular, porque era bien malo para contestar el suyo a los periodistas. Como me tenía registrada, me contestaba o me devolvía el llamado", recuerda.

Cuando Gutiérrez se fue durante tres meses a otro medio, en agosto de 2011, él hizo algo que pocos personajes de la TV harían: "Me mandó un email para desearme suerte. De hecho, me puso que se iba de vacaciones y que nos tomáramos un café a la vuelta. Justo su regreso fue la semana en que murió y yo quedé toda esa semana diciéndome "verdad que tengo que llamar a Felipe para tomarnos un café"... Y claro, nunca lo llamé", rememora, mientras cuenta que aún conserva su mensaje: "Nunca lo borré… lo tengo de recuerdo".

LOS CONTACTOS

Ya con el ejemplar distribuido en las librerías de todo el país, Cecilia Gutiérrez confidencia que en un momento pensó que el libro no saldría nunca a la luz. "Encontrábamos y encontrábamos información, creí que no íbamos a terminar nunca", dice sobre el trabajo con su colega Cristián Farías, a quien se le ocurrió el proyecto. Eso sí, explica la periodista, él estaba negociando con una editorial para hacer una biografía inicialmente de Cecilia Bolocco. No obstante, empezaron a pensar en una figura más transversal.

"Ella no es tan querida. Entonces, se les ocurrió Felipe Camiroaga. Pero el proyecto quedó en nada, porque Cristián tuvo algunos problemas familiares. El 2011, con el accidente, consideró que era momento de retomarlo, me invitó a participar y le dije altiro que sí y nos pusimos a trabajar", relata.

De ahí vino un proceso extenso de investigación y ejecución. Como Farías y ella reporteaban el ámbito de espectáculos, la televisión la tenían muy cubierta. "Lo más difícil fue el tema personal, contactar a la familia, los más íntimos que no tienen que ver con la tele", acota. Lo más largo fue el trabajo de archivo. "Tuvimos acceso a distintos archivos. Ahí estuvo encerrada durante meses nuestra investigadora, buscando todas las notas. Tenemos prácticamente todas, desde breves hasta entrevistas", señala. Deben tener más de dos mil páginas de archivos de prensa.

Aparte de los recuerdos en los medios, a Cecilia le tocó hacer entrevistas. A muchas, como las ex parejas de Felipe, las persiguió meses. "Por ejemplo, hablar con Kenita Larraín me costó como un año, no quería, pero no por no querer contar, sino que era muy doloroso. De hecho, lloró mucho durante la entrevista", cuenta.

Asimismo, surgieron nuevas parejas. "Me llamó la atención que todas hablan bien de él. Todas saben que les puso el gorro, que se portó pésimo, pero igual estuvieron enamoradas y todas lo quieren todavía. No pusimos todas, porque varias no eran conocidas por sus cercanos y no pudimos confirmar una relación", dice.

También tuvo la difícil tarea de contarle a Fernanda Hansen que no era la única en el corazón de Felipe. "Ella sabía y se lo tomó muy tranquilamente. Me respondió que él ya estaba muerto, que era su historia y que prefería quedarse con lo que había vivido y no darle más vuelta al asunto", revela.

De igual manera, se contactaron con la familia del "Halcón de Chicureo". Hubo dos etapas, recuerda. "El papá fue muy amable. Hablamos con él al principio del proyecto y prefirió mantenerse al margen. Nos dijo que si hubiésemos hecho el proyecto en otro momento, quizás nos habría ayudado. Le habría gustado que lo hiciéramos en conjunto, pero hacer una biografía así pierde la gracia, porque la idea es contar todo".

Luego de ese proceso, con los datos y las entrevistas contrastadas, ambos periodistas comenzaron la escritura del libro que en un comienzo se llamaría "Inolvidable".

"La editorial nos pidió que lo cambiáramos. Al final ellos le pusieron el nombre. Nos gustó, pero a mí me tincaba "Inolvidable". Pero le preguntábamos a la gente y nos decían que era como la canción de Keko Yunge", dice entre risas.

DESCUBRImientos

Mientras investigaba, Cecilia Gutiérrez descubrió muchas cosas de Felipe Camiroaga. "A mí me llamó la atención todo lo que tenía que ver con su infancia. Todos sabíamos del abandono de la mamá, pero desconocíamos lo difícil que fue por el tema de su madrastra. Se sintió maltratado por ella... fue un tema delicado para nosotros. También me sorprendió el último año, cómo fue preparando todo. Se le quemó la casa, se compró un fundo, estaba en los trámites de adopción de una niña en Haití... Como muchas cosas, quedaron inconclusas", señala.

También destaca una de las cualidades de Camiroaga. "Todos tienen una historia con él. Tenía esa capacidad de hacer sentir importante a la gente. Desde la que fue al canal a sacarse una foto con él, hasta toda la gente con que trabajaba todos los días. Ayudó a muchos. Había personas que lo esperaban afuera del canal para pedirle plata. Él bajaba el vidrio y les pasaba un cheque; hasta camarógrafos que les costeó los estudios a los hijos, las enfermedades, regaló casas... Era muy generoso. No sólo con la gente desconocida, sino que también con los cercanos", cuenta.

Esa humanidad de Felipe hace que la gente todavía extrañe su partida. "Entiendo el fervor de la gente. Estaba todos los días cuatro horas en las casas de las personas. Además, era un tipo guapo, empático, simpático, carismático, que murió trágicamente. Ahí nació el mito. No ha surgido una figura en la televisión que lo pueda reemplazar. Prueba de ello es que el rating del matinal que no volvió a ser como antes, ahora cualquier matinal puede ganar", analiza.

También descubrió que nunca fue una pantalla. "Él era muy de contar cosas, de mostrarse muy como era. El libro lo humaniza harto, pero te encuentras con una persona que era súper normal, muy parecido a lo que era en la TV. No era otra persona, hay figuras de la tele que apagan las cámaras y son otras. Él no, era así, bueno para el leseo, le gustaba reírse de sí mismo. Se sacaba la ropa, le rompía la ropa al resto, se quedaba en calzoncillos. En los asados llegaba de repente en calzoncillos a pasearse. Hacía puras locuras", agrega.

Al saber todas esas cosas, confidencia, sintió que le habría gustado conocerlo más. "¡Qué ganas de haber sido amiga de él! Era súper bueno, era un buen tipo. Buen amigo, divertido, desprendido, tenía ene cualidades, me hubiese gustado conocerlo más", indica.

FARANDULIZACIÓN

"Felipe Camiroaga, la verdadera historia", de Cristián Farías y Cecilia Gutiérrez, y "Demasiado joven", de Sergio Paz, son las dos biografías póstumas que se han hecho del animador.

Al respecto, Cecilia Gutiérrez dice que la situación mediática ha sido tremenda, pero les ha ayudado. "Cuando la familia envió la carta, siento que no nos aludió tanto, sino que se refería a las ex pololas y a los amigos que se pusieron a hablar, pero claro, todo a raíz de los libros. No podemos desconocer que la farándula se alimentó harto tiempo con el tema de las parejas, pero lamentablemente nosotros no podemos controlar lo que pase o diga. Igual nos ayudó ene para promocionar, no podemos satanizar la farándula", indica.

La relación no es tan buena con el "Buenos días a todos". "Me pasan cosas con el matinal: ellos se sienten con el monopolio del dolor, que los únicos que pueden sufrir por Felipe, dar imágenes de Felipe, recordarlo y mostrarlo una y otra vez, son ellos. Me parece que es súper egoísta, todo el mundo tiene derecho a recordarlo, todos los canales, todos los medios que quieran hacer notas podrían hacerlo. Acá hay libertad de prensa", manifiesta.

Asimismo, responde al llamado del director del programa de TVN, Mauricio Correa, quien los instó a donar las ganancias del libro. "Harto se ha hablado del lucro, que nosotros queremos ganar plata, que es aprovechamiento... Todo el mundo sabe que en Chile nadie se hace rico por escribir un libro. Al contrario, para nosotros significó un gasto súper importante y no importa, estamos dispuestos a asumirlo porque esto es un tema de desarrollo profesional. Si hay que donar, tendría que ser la editorial, porque nosotros ganamos 600 pesos por libro, por cada uno que se venda. Si les sirven mil 200 pesos, mil 800, se los dono. Es tan poco que a mí me gusta transparentarlo. Me escriben por Twitter, me mandan mensajes que me estoy haciendo rica. Tuvimos que pagarle a investigadores, viajes, toda una inversión que está tras el libro. Estamos pagando todavía. Igual seguimos invirtiendo, vamos a las librerías a hablar con la gente, damos libros de regalo para que la gente lo conozca", explica.

POR PAGADA

El texto que realizó con Cristián Farías la mantiene emocionada, sobre todo el saber que por segunda semana consecutiva está en el tope de los más leídos. Dice que éste está orientado a la dueña de casa, esa que es fan de Felipe, que tiene el calendario pegado en la pared y todavía lo llora.

"No queríamos hacer una biografía para ganar un premio de literatura. Ésta es una biografía que relata lo pelusón que era, el campechano, que le gustaba estar con los pies en el barro, que prefería mil veces sacar a pasear a sus perros que irse de vacaciones fuera de Chile. Lo han leído mi mamá y mis tías y me comentan que ahora se explican el por qué era así en la adultez, por qué no se comprometía, por qué tenía tantas mujeres. Eso me gusta, que la gente se vaya apropiando de la historia de él, que hablen como si lo hubiesen conocido, con propiedad", dice.

No sólo el estar en número uno en el ránking la tiene contenta, pues ella se dedicó a que los más cercano de Felipe lo leyeran y vieran si estaba reflejado en el libro. "Me decían que sí, que se habían emocionado al leerlo, que habían llorado, porque habían recordado muchas cosas que habían pasado juntos. Con eso me doy por pagada", finalizó la periodista.