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Partos naturales: volviendo a la esencia de la vida

En Chile, la mayoría de los partos se hacen bajo la modalidad de cesárea y lo natural quedó muy atrás
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Como alarmante han sido consideradas las cifras de partos por cesáreas en nuestro país. Según datos del ministerio de Salud, este tipo de nacimientos representaron entre el 35% y el 36,4% del total de partos entre los años 2007 y 2009, en tanto que en el sistema privado representaron el 66% del total de partos en circunstancias que la Organización Mundial de la Salud ha señalado que la tasa óptima de césareas está entre el 15 y el 20%.

En el año 2011, este tipo de alumbramientos representó el 49,1%; es decir, 113 mil de los 236 mil niños que nacieron en nuestro país ese año fue bajo este cuestionado procedimiento, una de las tasas más altas a nivel mundial.

Es por este motivo que mucho se ha tratado de cambiar esta mentalidad, de volver a la escencia de la vida y de tener a los niños de manera natural, tratando de dejar de lado la anestesia, la tensión y de esa menadera "humanizar el parto".

Paula Díaz es matrona del centro Obsnatura que se ubica en calle 1 Oriente 414, en Viña del Mar, donde reciben a las futuras mamás y le dan una atención itegral, siempre bajo la premisa de respetar los tiempos del bebé tal como ocurrió hasta el siglo XVII donde comenzó la medicalización de los nacimientos.

La profesional asegura que no se puede mecanizar este tipo de atención, es decir, no se le puede dar el mismo trato a una mujer que tiene su primer parto, el segundo o el tercero, además que se mecaniza la atención y así se deshumaniza el sistema reproductivo.

"Nuestra misión es darle la importancia que significa cada nacimiento, independiente si es natural, sea inducción o cesárea, trabajamos por respetar los tiempos de embarazo y del trabajo de parto, que sea en un ambiente de respeto, de intimidad, que los protagonistas sean los papás y que ellos sean capaces de tomar decisiones, que se haga un apego inmediato con el recién nacido, de favorecer la lactancia materna", señaló.

Génesis de las cesáreas

Aunque historiadores aseguran que este procedimiento se comenzó a aplicar en el año 715 A.C., sólo se prescribía en casos en que la madre acababa de fallecer. Ya en el año 1500 se comenzaron a realizar las primeras cesáreas con madres e hijos vivos en Suiza, pero en casos específicos.

"Hasta hace dos siglos el parto era en la casa, realizado por parteras que eran de la comunidad. La mujer era acompañada por mujeres y el hombre tenía un rol provedor, traía el agua, hacía el fuego para tener calientita la casa y esto se fue dando vuelta porque consideraron que las parteras éramos un poco empíricas y trabajábamos en base a hierbas, cosas que no eran científicas, por eso se decidió incluir la partería en la medicina en el siglo XVII, ahí fue cuando se empezaron a medicalizar los partos y a instrumentalizarlos", indico la matrona.

En ese momento se comenzó a usar instrumentos, medicamentos y se cambió la posición del parto de forma vertical a horizontal para maniobrar mejor al momento del expulsivo. Los partos eran en los hospitales donde había muchos enfermos, por eso surgieron las primeras infecciones que hasta antes eran desconocidas.

Ya en la década de los "70 y "80 empezó el manejo activo del trabajo de parto, acortándolo pensando en que se podía disminuir el tiempo para que la mujer sufriera menos, para que el bebé sufriera menos y naciera más rápido y así se aumentó la cantidad de fármacos que se usaban.

"En todo este proceso, la mujer era una persona pasiva, acostada en la cama, con suero, con medicamentos, manejando las contracciones hasta el momento del parto que era mucho más corto, pero como todos los excesos son malos, esto no se hizo en casos específicos, sino que a todas las mujeres se les trató por igual y se empezó a sobrevalorar la tecnología, el uso del monitor y el uso de la anestesia. Nos volvimos muy clínicos, preocupados de la parte biológica y de salud de la mamá y nos despreocupamos de los aspectos sicoafectivos del parto", manifestó Paula Díaz.

en Fortaleza

Poco antes de la llegada del nuevo milenio, la OMS se realizó una declaración en Fortaleza, Brasil donde se destaca en algunos de sus puntos que "el recién nacido sano debe permanecer con la madre siempre que sea posible, la observación del recién nacido sano no justifica la separación de su madre. Debe recomendarse la lactancia inmediata, incluso antes de que la madre abandone la sala de partos. Algunos de los países con una menor mortalidad perinatal en el mundo tienen menos de un 10% de cesáreas, no puede justificarse que ningún país tenga más de un 10-15%. No hay pruebas de que después de una cesárea previa sea necesaria una nueva cesárea, después de una cesárea debe recomendarse normalmente un parto vaginal, siempre que sea posible una intervención quirúrgica de emergencia".

Desde entonces las cosas comenzaron a cambiar, pese a que no ha sido fácil modificar la idiosincracia. El miedo al dolor sigue predominando pese a que desde el 2008 el programa "Chile Crece Contigo" incluye un manual de la atención personalizada del parto donde aparecen todos los procedimientos que se señalaron en la "Declaración de Fortaleza".

"Todas estas normas se respetan más en el sistema público, hay un gran trabajo que hacer en el sistema privado es posible realizarlo, pero depende de la voluntad. En el área privada esto llegó mucho más tarde porque aquí cada establecimiento pone sus propias normas y el cambio es más difícil porque aquí el tiempo es oro y hay que tener mucho tiempo y paciencia para un parto natural. Es más difícil que entiendan que un trabajo de parto puede durar 24 horas, es difícil que la sala de parto esté disponible todo el día y que el equipo médico atienda exclusivamente a una mamá. Nos ha costado cambiar esa mentalidad en el servicio privado de que el bebé tiene que estar todo el rato con la mamá, porque incluso en las noches se lo llevan y no se entiende ese concepto. No deberían existir las nurserys de las neonatologías que están en la noche, debería existir la neo para los bebés que se hospitalizan, pero no como hotel para pasar la noche", recalcó la matrona.

PARTO NATURAL

Pero, ¿cómo es la preparación para un parto natural?. A las mamás generalmente nos da miedo el dolor y es por eso que es más llamativo programar la cesárea, poner la anestesia, hacer la insición y con medicamentos olvidarse del dolor posparto.

"Cualquier mujer puede tener un parto natural, se prepare o no se prepare, lea o no lea, porque el cuerpo está hecho así y así ha sido durante miles de años. El tema es que somos los demás los que no estamos preparados para atender un parto natural, de repente es el equipo de salud que nos da miedo a que la mujer sufra de dolor, no sabemos cómo enfrenarlo más que ofrecer una anestesia, nos da miedo si la señora grita y no tenemos paciencia para esperar un parto natural", recalcó.

El apoyo es fundamental y ahí comienza la labor de las parteras donde les enseñan a manejar el dolor a través de distintas técnicas. Técnicas que practicamos a diario y que son tan simples como respirar.

"Son cosas tan siemples como que la mujer pueda caminar, son cosas básicas que responden a las necesidades de la mamá en ese momento. Si la mujer necesita caminar, que lo haga, que se mueva, porque estar acostada en una cama, produce más dolor; el que coma y beba líquidos ayuda o el que se sienta acompañada, ya sea por la matrona o un familiar y a eso se suman las técnicas naturales del manejo del dolor que son masajes, la respiación, el uso de un balón kinésico, el uso de agua caliente y ojalá que el ambiente esté tranquilo, que no sea estresante. Todo eso genera que la mujer logre entrar en un trance que se produce al final del trabajo de parto y que es una especie de hipnosis. Si todo eso se da, la mujer logra desconectarse del cerebro racional y eso nos favorece para olvidarse del dolor y tener un parto, es un sistema analgésico natural" , dijo la especialista.

las consecuencias

Pero este tipo de alumbramientos son beneficiosos más allá del aspecto físico sino que también en el aspecto sicológico y conductual.

Michel Odent es un obstetra francés que ha dedicado su carrera estudiar las formas de nacimiento y lo que ocurre después de un parto.

"En sus estudios señala que hay una etapa crítica para el desarrollo conductual que pasa por la etapa intrauterina, el momento del nacimiento y hasta el primer año de vida que se llama etapa primal. Él señala que esta etapa es fundamental para el desarrollo conductual y de salud a largo plazo, y formas de nacimiento violentas afectan al desarrollo y esto puede repercutir a largo plazo en abuso de sustancias, en personas más violentas, en mayor casos de suicidios y algunas enfermedades crónicas como la mayor probabilidad de tener obesidad, alergias y enfermedades como hipertensión y diabetes", explicó la matrona.

Las alteraciones en el aspecto conductual es explicado por Odent y señala que todo se da por la ausencia de contracciones en el trabajo de parto que son provocadas por una hormona que se llama Oxitocina, que es la llamada hormona del amor que, entre otras cosas, genera el vínculo entre madre e hijo, y asocia estas alteraciones del comportamiento por la falta de Oxictocina en el momento del nacimiento.

"Cualquier mujer puede tener un parto natural, se prepare o no se prepare, lea o no lea, porque el cuerpo está hecho así y así ha sido durante miles de años". Paula Díaz Matrona de Obsnatura

"En el sistema privado es más difícil que entiendan que un trabajo de parto puede durar 24 horas, es difícil que la sala de parto esté disponible todo el día y que el equipo médico atienda exclusivamente a una mamá". Paula Díaz Matrona de Obsnatura