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Viñamarinos llevaron el pan batido a Nueva York

En Sleepy Hollow, el pueblo del "Jinete sin cabeza", instalaron una panadería donde venden berlines, cuchuflíes, empanadas, arrollado, guagüitas, Nescafé y "Super8". Un rincón de Chile en Norteamérica.
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Viajé con una amiga al "country sugar" (país del azúcar), tal como lo llaman los mismos norteamericanos. Y tienen razón: en esos 30 días, consumimos más comida rápida y azúcar industrializada que en toda nuestra vida.

Los almuerzos al estilo chileno allá no existen y mucho menos la "oncecita", comidas que con el paso de los días se fueron haciendo entrañables. Un pan batido con mantequilla, acompañado de una taza de té caliente (porque en Estados Unidos toman el té frío), fueron los protagonistas de nuestros sueños por muchos días. También un completo italiano o una hallula, comidas imposibles de encontrar en Norteamérica.

Sin embargo, dicen por ahí que no hay sueños inalcanzables... especialmente si estas en Nueva York.

PAN BATIDO EN NY

"Los Andes Bakery" es una panadería con productos chilenos caseros, ubicada en la ciudad de Sleepy Hollow, lugar famoso en donde nace la leyenda del "Jinete sin cabeza".

Esta panadería se encuentra en un barrio tranquilo de Nueva York, donde la mayoría de los residentes son de Latinoamérica, aunque también viven norteamericanos.

Ecuatorianos, dominicanos, argentinos, venezolanos y, por supuesto, chilenos, son algunas de las personas que se reúnen en esta ciudad. Y fue por esa razón que montar una panadería, un concepto que en Estados Unidos no existe como tal, fue un verdadero acierto para nuestros compatriotas Jessica y Francisco, dos viñamarinos que se instalaron con un negocio que ofrece pan batido y berlines chilenos en Nueva York.

DE VIÑA A NUEVA YORK

Jessica y Francisco Mejías están casados hace más de 20 años. Ambos son oriundos de la Ciudad Jardín, del sector de Santa Inés. Pese a que se conocían desde niños en el barrio, el destino los unió en matrimonio en Norteamérica y juntos lograron emprender una nueva vida lejos de Viña del Mar, pero llevándose con ellos las tradiciones que tanto extrañan de Chile.

Cualquier chileno que entre a su panadería se siente como en casa. Respirar el olor del pan amasado y una empanada de pino recién horneada es impagable, sobre todo cuando anhelas tanto estar en casa y te sorprendes con sólo ver un cuchuflí, un berlín o un anuncio que diga "chacareros por $5 dólares".

El local es pequeño y acogedor. En sus murallas cuelgan objetos típicos de Chile: un retrato de una pareja de huasos bailando la cueca y una foto de Valparaíso acompañan los precios de los completos, el ave palta, el barros luco y el arrollado de huaso. Claro que sólo un chileno podría conocer esta "picada" y, gracias a nuestro compatriota Renato y su esposa Lisa, pudimos encontrar la gloria.

CON MANJAR COLUN

Este local responde al dicho popular "atendido por su propio dueño". Fue así que la misma Jessica nos vendió dos kilos de pan amasado y una empanada de pino para cada uno. Nos contó cómo nació su historia: "Mi esposo es de familia panadera en Chile, así que como conocía el rubro y nos dimos cuenta de que acá no hay panaderías y el pan que venden en los supermercados no es el mismo, porque es todo envasado, decidimos montar este negocio y nos va súper bien, los chilenos que viven acá lo agradecen mucho", explica.

La viñamarina relata que llegó a los 17 años a Estados Unidos para encontrarse con su padre, quien hace más de cuatro décadas ya se había radicado en el país del norte, en busca de mejores oportunidades.

Así nació "Los Andes Bakery", hace 22 años, y el negocio familiar ha crecido de tal forma que tienen otra panadería en el estado de Nueva York y un tercer local en el estado de New Jersey.

"A veces vienen chilenos de otros estados a pasear a Nueva York por el fin de semana y pasan a Sleepy Hallow, a nuestra panadería, para llevarse el pan a su casa o docenas de dulces para tener. También tenemos clientes fieles que vienen todos los días a buscar el pancito para la once", relata Jessica.

Mientras conversamos, el local está lleno de clientes de muchos países. El mostrador ofrece de todo: chilenitos, alfajores, cachitos, palmeritas, churros y hasta merengues, igualitos a los de La Ligua. Son productos caseros hechos con productos chilenos.

"Nosotros ocupamos materia prima traída de Chile, por ejemplo, el manjar Colun que usamos o la mermelada Watts vienen de allá, la chancaca para hacer las sopaipillas, todo, para que los clientes sientan ese sabor casero y chileno", explica la viñamarina.

BIEN CHILENSIS

Jessica nos invitó a pasar a la parte posterior de la panadería, donde la magia sucede. Hay masas de pasteles listas para ser horneadas, mientras que su equipo de trabajo se reparte entre las tortas, lo salado y lo dulce.

"Acá preparamos hasta pastel de choclo, tenemos el pebre con ají chileno, sándwiches como el ave palta, todas esas cositas ricas que las personas chilenas que viven acá anhelan tanto. Acá se valora porque en verdad no se encuentran, ¿cuándo vas a encontrar un brazo de reina? No existe, lo importante es rescatar nuestras tradiciones y traerlas acá para todos los que no pueden viajar seguido a nuestro país", dice Jessica.

No sólo los productos para la pastelería son propios de Chile: el local tiene desde Nescafé hasta papayas al jugo, galletas oblea, golosinas de marca chilena -como "Negritas" y "Super8", guagüitas y jugos y bebidas hechos en nuestro país.

Para este matrimonio viñamarino, lo importante en un principio era unir a los compatriotas que están lejos de casa. Pero se dieron cuenta de que no sólo los chilenos viven esa realidad, sino que a muchos latinoamericanos les pasa lo mismo. Es por eso que su panadería lleva el nombre de "Los Andes Bakery".

"Este nombre une a todos los chilenos y sudamericanos que viven en Estados Unidos, porque es un concepto que logra englobarnos a todos. Pensamos en Sudamérica, en la cordillera de Los Andes, porque la mayoría de los residentes de Sleepy Hallow somos afuerinos", explica la mujer.

Recordé Chile mientras disfrutaba de mi empanada de pino, degusté el arrollado de huaso y me llevé una bolsa de cuchuflíes, no pude evitarlo. Definitivamente, Jessica y Francisco lo lograron: "Los Andes Bakery" fue un regalo caído del cielo.

"'Los Andes Bakery' une a todos los chilenos y sudamericanos que viven en EE.UU.". Jessica Mejías, dueña de "Los Andes Bakery".