Michael Mosley es un periodista inglés sumamente honrado que un día se sometió a un ejercicio: probó una pócima misteriosa llamada "el suero de la verdad", la cual por supuesto sirve para decir únicamente la verdad, aunque sea el mensaje más íntimo.
"El suero de la verdad" es una mezcla de barbitúricos fuertes y su principal ingrediente es el tiopentato de sodio. Es un suero fabricado en los años "30 y cuya fama es la siguiente: "el suero de la verdad" te obliga a decir la verdad. Nada evita que, tras consumir esa droga dura, alguien pueda eludir la honradez.
Michael Mosley probó esa droga para un artículo de la BBC de Londres. Probó una dosis y él, periodista del área científica, sufrió efectos insospechados. Un doctor lo interrogó cuando Mosley estaba adormecido.
-¿Qué profesión tiene?
-Soy un cirujano cardíaco, doctor -le dijo en trance el periodista.
-¿Le va bien?
-Modestamente, creo que sí. Ayer hice una revascularización coronaria.
El asombro se esparció en el recinto: Mosley, el honesto reportero, apenas probó "el suero de la verdad" se tornó en un irremediable mentiroso. Siguió mintiendo a lo largo de todo el cuestionario. Luego le dieron otra dosis y señaló que él era un famoso productor del mundo del espectáculo. Entonces detuvieron el experimento. La mente del mentiroso Mosley se distorsionó por completo.
Pasados unos días, Mosley confesó que no se acordaba de nada de lo dicho. Relató que sintió mareos. Y dijo que le pareció que habló con el corazón, dijo lo que sentía. Entonces comprobaron que la droga, el tiopentato de sodio le produjo un efecto a la inversa. En estado de trance era un mentiroso nato. A la vez los científicos comprobaron que los sueros para decir la verdad fallan de forma estrepitosa. Nada es confiable. Ni siquiera un hombre honesto en trance.
Según el periodista Michael Mosley, "el suero de la verdad" lo que le produjo fue una urgencia por hablar. Se puso a hablar como loco, literalmente. También admitió que se puso muy sugestionable y que intentó decir lo que el interrogador quería escuchar. De manera que sólo hizo cosas muy lejanas a la verdad.
Efectos