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"Antares", en su enajenación, temía un ataque de Lucifer

Seguidores creían que la muerte del bebé sería "astral". Dos imputados pidieron arresto domiciliario, pero deberán seguir presos.
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Con la mirada en un punto fijo, imperturbable, sin pestañear ni mirar a su abogado, mucho menos dar vuelta la vista para mirar al público presente o a su familia, sin hacer gestos, muecas y sin siquiera pestañear. Así, como hipnotizado, se mantuvo David Pastén Rojas (31), uno de los discípulos de "Antares de la Luz", durante la audiencia de revisión de medidas cautelares que se desarrolló ayer en el Tribunal de Garantía de Quilpué.

A eso de las 10.15 de la mañana, con unos 15 minutos de retraso, partió la audiencia que duró alrededor de 3 horas, donde él y Carolina Vargas -quien no se presentó a la audiencia- buscaban revocar la prisión preventiva que cumplen para estar en arresto domiciliario total.

Sin embargo, no tuvieron suerte, la jueza no acogió los argumentos de sus defensores e incluso uno de los puntos en que se sustentó la defensa, se fue en su contra y hoy continúan bajo arresto en dos penales de la capital.

muerte astral

Según relataron los abogados defensores particulares, Jaime Sepúlveda, por David Pastén, y Javier Arévalo, por Carolina Vargas, nunca hubo un acuerdo entre los integrantes de la secta de matar al niño que esperaba Natalia Guerra y que la decisión la tomó el propio "Antares" un día después que el pequeño había nacido, tras ingerir ayahuasca.

"Fue en marzo o abril de 2012 cuando "Antares" le informó a sus súbditos que Natalia Guerra estaba embarazada y que tenía la sospecha de que era un ataque en su contra de Lucifer, pero que en una nueva toma de ayahuasca que se realizaría en el mes de junio, él percibiría o escucharía la voluntad de su ser interno, para determinar la naturaleza de la criatura que llevaba Natalia Guerra en su vientre. Aunque esto produjo algunas divergencias, él decía que en el evento que la criatura fuera Lucifer o un ser oscuro, él procedería a matarlo. Una vez que se resolvió lo que decía su ser interno, procedió a enviar a Natalia Guerra con Carolina Vargas a Los Andes para mantener oculta esta criatura hasta su alumbramiento. Esto obedece a un propósito doble: en primer lugar como se trataba de Lucifer, esta sola circunstancia provocaba dolores y males a "Antares", de manera tal que no podía convivir con Natalia Guerra y, además, dañaba a los demás miembros de esta agrupación por las malas vibraciones que determinaba una rebaja de energía en circunstancias que toda debía guardarse para este objetivo final del 21 de diciembre del año 2012 (...) "Antares" esperaba que el alumbramiento fuera el 21 de diciembre y que esta criatura, al igual que el resto de los seres oscuros de la tierra, perecerían quemados en esta hoguera eterna. Ellos pensaron que la muerte era astral y no que era algo literal", relató el abogado Javier Arévalo.

el enfrentamiento

Un mes antes de lo planificado por Ramón Castillo Gaete, Natalia Guerra comenzó en trabajo de parto. Castillo que estaba en el sur volvió a la casa que la secta arrendaba en Mantagua y tomó ayahuasca para clarificar el futuro... el bebé debía nacer de forma natural en Colliguay.

"Luego de una toma en Mantagua el día 19 de noviembre, "Antares" ve en su ser interno que el bebé debe morir y vio cómo debía morir. Carolina Vargas cuidaba a Natalia Guerra porque tenía conocimientos de enfermería, ella no conocía Colliguay y llegan de noche a ese lugar despoblado con una casa con suelo de tierra, sin luz y sin agua, en circunstancias imposibles de generar un parto. Para él ("Antares") ese era un lugar de poder y como se pretendía que esa criatura era Lucifer y no existía certeza en torno a cómo iba a ser el producto del embarazo -hasta había gente que pensaba que iba a parir un monstruo, de dos cabezas, con cola larga-, solamente en ese lugar podría darse un parto. "Antares" estaba enloquecido con el ayahuasca y quería que Carolina practicara una cesárea, pero en esas condiciones era imposible hacerlo, "Antares" insiste que esa noche debía ser el alumbramiento, pero Carolina Vargas con Pablo Undurraga le dicen a Antares´´ que si insiste en el alumbramiento no sólo va a morir un ser oscuro, sino que también va a morir Natalia, que es un ser de la luz. Con eso lograron que "Antares" intercediera y se van a un centro hospitalario", indicó el abogado de Carolina Vargas.

A Natalia Guerra la llevaron a la Clínica Reñaca, donde nació un bebé completamente normal que Carolina Vargas ayudó a recibir, vistió, alimentó y hasta durmió con él, pero dos días después fue lanzado a la hoguera sin que nadie se opusiera.

Este fue el hecho que ratificó la tesis de la fiscalía por cuanto Carolina Vargas y Pablo Undurraga lograron enfrentar a Ramón Castillo Gaete y no se impuso su voluntad, es decir, el bebé no nació en Colliguay, ellos tenían poder de decisión, tenían razonamiento y sabían perfectamente lo que estaban haciendo.

prisión preventiva

Una vez finalizada la audiencia, el fiscal de la causa, Juan Emilio Gatica, señaló que quedan dos meses de investigación y que aún quedan algunas diligencias por efectuar como nuevas declaraciones y una eventual reconstitución de escena.

"Desde el inicio, la fiscalía ha tenido la posición que todos los imputados de la causa tenían conocimiento en cuanto a que la orden de Ramón Castillo Gaete era que, una vez que naciera la guagua, debía dársele muerte, eso sin perjuicio que eventualmente haya habido una muerte astral o cósmica como le han llamado, pero que igual implicaba la muerte física de la guagua. En una primera subida a Colliguay donde debía ocurrir el parto de Natalia Guerra, ante el grave estado en que se encontraba el estado de la madre y, en contra de lo que señalaba Ramón Castillo, es que Natalia Guerra y Pablo Undurraga lo convencen que debe ser trasladada a una clínica, es decir, los imputados se encontraban en plena capacidad, con sus facultades mentales y físicas como para impedirlo si lo hubiesen así deseado", aclaró el fiscal.

Gatica manifestó además que, pese a que eran parte de una secta y que tenían un líder como lo fue "Antares", hubo casos de personas que abandonaron de la secta, por lo tanto, los imputados también podrían haberlo hecho en cualquier momento.

"No existía certeza en torno a cómo iba a ser el producto del embarazo -hasta había gente que pensaba que iba a parir un mostruo, de dos cabezas, con cola larga-". Javier Arévalo Defensor de Carolina Vargas

Los abogados Jaime Sepúlveda y Javier Arévalo ahora estudian la posibilidad de recurrir a la Corte de Apelaciones para que revierta este fallo. "Si bien es cierto respetamos la decisión del tribunal, no la compartimos. El tribunal no contestó la argumentación de la muerte astral, ni el ministerio público, a mi juicio, respondieron a ese planteamiento que hicimos como defensa. La razón por la que estamos pidiendo el cambio de régimen de participación es que no se cumplen con los extremos de la existencia de concierto criminal y a la presencia de mi representada en el lugar de los hechos", señaló el abogado Arévalo. Lo anterior porque al momento de la muerte del lactante, Carolina Vargas se encontraba en el predio, pero a unos 150 metros de la hoguera por orden de Castillo Gaete.

A la corte de apelaciones