Secciones

El porteño que cambió el fútbol y la TV por un piano

Fabio Fuentes de 14 años es hijo de un conductor de trolley, y día a día hace lo posible por poder crecer en su pasión, el piano.
E-mail Compartir

Fabio Fuentes tiene 14 años y, como cualquier niño de su edad, asiste al colegio todas las mañanas. Pero, a diferencia de sus compañeros, decidió cambiar el fútbol y la televisión por aprender a tocar el piano. Así, tras ocho meses de esporádicas clases particulares se ha presentado en más de una oportunidad como un gran pianista regional.

La Estrella quiso conocer cómo nace su gusto por la carrera musical, acá su historia.

El abandono

Tras una estampa tímida y cariñosa, Fabio ha debido sobrellevar una melancólica historia. Hace tres años sufrió el triste desamparo de su madre, quien de un día para otro se apartó de su vida. Fue él, quien en una tarde como cualquiera, se acercó al televisor para ver la programación habitual cuando encontró un mensaje en el celular donde su mamá le confesaba su partida.

Los primeros días, con la incertidumbre evidente de lo ocurrido, junto a su hermano Luis y su padre quisieron tener la explicación de quien por años había sido un ejemplo para ellos. Fabio recuerda con resentimiento como la noche anterior, quien los había criado, les manifestaba que ya no sentía el mismo cariño por su familia. Esa, ha sido la única respuesta que en estos años han podido obtener de quien respetaron desde su infancia.

Fue en este periodo, que con sólo 11 años, Fabio debió entender que la mujer que lo apoyaba y lo acompañaba siempre ya no estaría más a su lado. Así, hundido en la tristeza y el rencor, su padre no sabía qué hacer para poder ayudarlo a subir el ánimo. Entonces decidió darle una sorpresa. Le pidió que fueran juntos al centro y eligiera un instrumento musical. De inmediato le brillaron sus ojos cuando entre una guitarra y un violín observó un órgano.

Con el armonio en casa, comenzó de forma paulatina a distraer su mente para olvidar el doloroso episodio que lo acongojaba. Sin preverlo, lo que comenzaría como un apoyo a su frágil estado emocional se transformaría en el desarrollo de un talento innato y asombroso. Entonces afanado su padre de mostrar a sus amigos la capacidad musical de Fabio, invitó al alcalde de la ciudad, Jorge Castro, a escuchar las maravillosas melodías interpretadas por su hijo, quien sorprendido por su afinación y agudeza le ofreció de inmediato disponer de un profesor particular.

Con la emoción de poder comenzar su carrera Fabio aceptó el ofrecimiento y en compañía de Luis asistieron a las clases. Desafortunadamente el compromiso del edil duro sólo unas semanas.

Pero la destreza inherente de este jovencito no es fortuita, porque a su padre siempre le ha gustado la música y ya le había regalado una guitarra a Fabio para que afinara su capacidad musical. Asimismo, tenía también una gran habilidad para armar legos, por lo que siempre mostró gran inteligencia para lograr todo lo que se proponía y con rapidez.

Sueños cumplidos

Luego del abandono familiar, tanto para Fabio, como su hermano fue muy complicado seguir adelante. Luis, por su parte, quien lleva el nombre de su padre, decidió dejar su entrenamiento en el equipo donde consiguió salir campeón porque a cada viaje y enfrentamiento iba acompañado por su madre, quien dejó un doloroso vacío en la vida de este joven. Su estado de ánimo también se vio afectado postergando los estudios, ya que no tenía interés en asistir y clases y mucho menos relacionarse con ese entorno.

Pero nadie imaginaba lo que pasaría cuando un equipo periodístico de un canal de televisión contactó al trío Fuentes para indagar en un reportaje sobre su maravillosa historia de lucha. Así, tan conmovedor relato, los llevó a compartir desde el estudio todas las complicaciones que han sobrellevado en los últimos tres años. Fue entonces que el llamado del director de Wanderers trae para Luis una bella sorpresa. Es invitado a integrar las bancas de las sub-17 de forma gratuita. A cambio, sólo debía explotar más aún su destreza para el balón pie. De esta forma, el sueño de uno de los integrantes de la familia se hacía realidad. Hoy, el hijo mayor del clan masculino se proyecta en el mundo del fútbol profesional con una habilidad impresionante para este deporte.

Las sorpresas continuaban y fue el turno de Fabio para recibir el llamado del Centro Cultural Casa Arte, quien le ofreció una beca para perfeccionar sus conocimientos. Sin embargo, al momento de la prueba, el acuerdo quedó en un valor que no pudo ser financiado por el padre Luis Fuentes, quien sustenta el hogar trabajando de chofer en un trolebús de Valparaíso. Pero este no sería un impedimento para que él, con todo su esfuerzo y optimismo pudiera cumplir el anhelo también de su otro hijo. De esta forma consiguió que Fabio pudiera tocar un Piano de cola en el Club Alemán, único lugar hasta ahora, donde puede hacer uso del recinto y el instrumento para practicar su talento cada martes y jueves.

Recientemente también, fue invitado a ser parte del nuevo espacio cultural que se desarrollará en el café patrimonial municipal, ubicado en Condell 1490. Donde será el plato fuerte entre exposiciones culturales y talleres de poesía que se mostraran en este espacio a partir del viernes 18 de octubre, siendo posible además la alternativa que necesitaba Fabio de contar con un lugar y piano estable donde poder ensayar a diario.

Y en el tema amoroso, no anda nada mal tampoco, porque aunque pueda sorprenderles, con sólo 11 años comenzó una bella relación que hoy perdura. Este vínculo ha sido un pilar fundamental en su deseo de seguir adelante. "Paula es un gran apoyo y siempre es un momento de felicidad con ella", confiesa el pianista.

Un piano para Fabio

Aunque el intento familiar por adquirir un piano para el prodigioso integrante del trío masculino no ha cesado, lo cierto es que no han podido reunir el dinero necesario para costear el instrumento musical. Sólo han podido contar con el generoso apoyo de una mujer, quien decidió abrir una cuenta de ahorro a su nombre para depositarle cada vez que pueda algo de dinero. De esta forma, poder ayudar a que este pequeño talento no vea interrumpido sus sueños por la falta de recursos económicos, aporte monetario que no alcanza a financiar el deseo de Fabio.

Todos están muy angustiados también porque no cuentan con una casa propia. Gasto de arriendo que podría ser destinado a este método de reserva. Luis Fuentes nos confiesa que por mucho tiempo estuvieron luchando por tener un hogar definitivo, pero éste demoraba en llegar.

Fue recién tras el abandono, que una pequeña vivienda ubicada a sólo tres cuadras de la casa que habita esta familia fue entregada a la madre de los niños. Lamentablemente, la morada está siendo usada por ella y su nuevo compañero de vida, no dando la cara para entregarles a sus hijos lo que les corresponde ni muchos menos preguntarles cómo les ha ido. Viviendo a sólo minutos, Fabio confiesa ignorarla cuando se cruzan en el camino.

Y no sólo deben lidiar con tener cerca a la persona que les hizo daño, ya que también deben aguantar a su nueva pareja, quien los provoca cada vez que puede. En algunas oportunidades, su madre le ha ofrecido llevarlo en el colectivo que trabaja, pero él no ha querido. Hoy sólo quiere enfocarse en poder continuar sus estudios en el colegio Leonardo Murialdo, donde con mucho apoyo de su padre ha podido terminar con muy buenas calificaciones cada semestre.

Así, su vida se transforma cada día en un nuevo desafío, pero por lo pronto lo único que quiere este joven pianista es poder seguir desarrollando su talento con un piano propio donde seguir creando melodías.

"Aunque el intento familiar por adquirir un piano para el prodigioso integrante del trío masculino no ha cesado, lo cierto es que no han podido reunir el dinero necesario para costear el instrumento".