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Porteño aportó al sueño de escolares mapuches

César Muñoz unió sus redes y acogió por dos días a 40 alumnos de la Araucanía.
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Viven a 20 kilómetros al interior de Temuco, IX Región, y por cinco días se alejaron de sus tierras para conocer Santiago y Valparaíso. Todo comenzó con una carta de la sicóloga infantil Jazmín Pangui a una radio nacional. La profesional pidió ayuda para hacer una cena de gala a los alumnos de octavo básico de la humilde escuela rural San Francisco de Cunco Chico, en la Araucanía, y el porteño César Muñoz acogió el llamado.

"Como profesor de una escuela de orfebrería, escribí a la escuela consultando cómo poder ayudar. Juntando ropa de gala, mandando dinero o lo que necesitaran. Me respondieron de inmediato indicando que ya habían reunido algunas cosas y me dieron la noticia que viajarían a Santiago. Ahí yo les ofrecí mover todos mis contactos y acogerlos en Valparaíso", cuenta el profesor y joyero orfebre César Muñoz.

Ayer, con un día pleno de sol, el Puerto les permitió pasear en lancha, disfrutar de una exposición de arte y participar del día del artesano. El domingo, el grupo de 40 alumnos y cuatro docentes, visitó el Museo Naval y conoció Viña del Mar.

Gran experiencia

Para los menores de 12 y 13 años, un gran porcentaje de ellos de ascendencia mapuche, la experiencia de conocer Valparaíso los marcó. Alojando en la iglesia Corazón de María, gracias a la hospitalidad del párroco Pedro Nahuelcura, los adolescentes recorrieron las calles de Valparaíso caminando.

César pudo planificar el viaje de los escolares gracias al apoyo de sus alumnos y contactos del extranjero. "Esto nació como una manera de movilizar a gente que siempre quiere hacer cosas, pero nunca sabe cómo", indicó el orfebre porteño, quien fue acompañado por sus alumnos y otros colaboradores.

"El objetivo es motivar a los chicos para que sigan estudiando, porque la deserción en el sector rural es bastante. Por eso, dentro de las actividades se pensó en hacer esta gira y la cena de gala para despedir al octavo año. Gracias a la masificación de la carta que envié, recibimos mucha ayuda y jamás pensamos que íbamos a ser tan recompensados", confesó la sicóloga de la escuela, Jazmín Pangui.

Sorprendidos por la ayuda