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Un clásico: tatas dan el ejemplo y son los primeros en votar

A pesar de que el voto es voluntario, muchos adultos mayores no se pierden la posibilidad de concurrir a las urnas.
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Ni la fría mañana ni el hecho de que en esta oportunidad, por primera vez para la elección presidencial, el voto es voluntario, hicieron que los adultos mayores siquiera dudaron a la hora de concurrir a los locales de votación.

Muy temprano llegaron para emitir sus sufragios, con la idea de evitar aglomeraciones y largas esperas.

Tan temprano llegaron algunos, que incluso debieron esperar hasta una hora para poder emitir su preferencia.

Fue el caso de una electora que emitió su sufragio en el Polideportivo de Viña del Mar y que, a pesar de sus 95 años, no renunció a su derecho de sufragar.

"La mesa recién se constituyó a las nueve de la mañana, yo llegué a las ocho (...) Sé que el voto es voluntario pero yo tengo interés en que el comunismo no se instale en Chile", afirmó con vehemencia una anciana que prefirió no entregar su identidad.

Con el apoyo de una voluntaria de la Cruz Roja, Juana Blanco llegó hasta el Colegio Humberto Vilches en Viña del Mar, para cumplir con su deber cívico.

A sus 91 años, la señora Juana llegó con sus preferencias bien claras. "Ciega, coja, como sea vengo igual. Probablemente ésta es la última vez que voy a votar porque tengo 91 años, porque aunque Dios me dé vida no voy a venir para la próxima", reconoció la anciana.

En marga marga

En las comunas de Quilpué y Villa Alemana se dio la misma tónica: los más abuelitos fueron los primeros en llegar a cumplir con su deber cívico y, aunque se complicaron con el voto de los cores, no cesaron en la tarea hasta encontrar al suyo.

A don Ignacio Caviedes no le gustó mucho que lo trataran de anciano, dice que le explicaron mucho cómo se debía doblar el voto y para dónde iban las etiquetas, algo que para él era fácil, pero lo que fue más complejo fue ubicar a su candidato a core.

"Estaba difícil porque estaba sombrío dentro de la cámara, además que el color de la papeleta hacía que uno se perdiera así es que tuve que levantar el voto y mirarlo bien a la luz para encontrar a mi candidato", señaló.

de terno

Héctor Celis tiene 79 años, siempre ha votado y, como parte de este ritual, asegura que es imprescindible ir de terno a emitir su sufragio.

"Yo estoy acostumbrado a votar y vine bien preparado igual que siempre, porque hago esto desde que tenía 21 años. Nunca he dejado de votar y siempre vengo de terno, porque es algo importante, hay que venir elegante porque es un evento principal", señaló.

Quien no salió nada de contento fue don Raúl Ruiz quien calificó el proceso como un "desorden tremendo", porque para la elección primaria le tocó un establecimiento y ahora lo cambiaron de colegio y desistió de emitir su sufragio, porque su pensión no le da para pasearse en micro. "Me dijeron que avisaron por internet, pero yo no tengo internet", dijo molesto.

en concón

La intensa llovizna matutina no fue impedimento para que, en las afueras de la escuela básica Oro Negro, de Concón, a las 07.30 de la mañana ya hubiera gente esperando para poder votar.

A esa hora, la mayoría de los asistentes eran personas de la tercera edad, quienes hacían tiempo para que se constituyeran las mesas del local de votación y así no tener que quedar como vocales.

Luis Castillo asistió a don Juan Leiva para sufragar. "Doblar el voto para las personas ancianas es complicado y además buscar al candidato es otro tema, porque son muchos. De todos modos nos dieron todas las facilidades para votar y a sus 86 años, mi papá traía claras sus preferencias", señaló Castillo.

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