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El desafío de convencer a los que no fueron a votar

En las recién pasadas elecciones sólo un 50% de las personas habilitadas para votar concurrió a las urnas.
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En el año 2012 se implementó en Chile el voto voluntario y la inscripción automática, ampliando el padrón electoral de 8 millones a más de 13, generando altas expectativas en torno a la participación ciudadana en las recién pasadas elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales.

Sin embargo, los resultados fueron categóricos y encendieron la alerta respecto de la representatividad de nuestro sistema: sólo la mitad de quienes se encontraban habilitados para votar decidieron concurrir a las urnas, lo que en términos porcentuales significó que la abstención llegó a un 50% superando incluso la votación de la candidata de la Nueva Mayoría que congregó las preferencias y que sólo alcanzó un 46,67% obligando a una segunda vuelta entre Michelle Bachelet y la candidata del oficialismo Evelyn Matthei.

Si bien la baja participación en el proceso generó preocupación entre los analistas y políticos, provocando que de inmediato los comandos que deberán enfrentarse el 15 de diciembre rediseñaran sus estrategias apuntando a captar y "encantar" a quienes no concurrieron a las urnas, para el cientista político y académico del Instituto de Historia de la Pontifica Universidad Católica de Valparaíso, Razvan Pantelimon, las cifras absolutas no muestran un escenario tan "escandaloso" ni tampoco una abrupta baja en la participación respecto de las elecciones del año 2009.

A juicio del académico, la experiencia general muestra que con el voto voluntario la participación suele descender.

"Creo que los análisis están un poco equivocados cuando hablamos de baja participación porque nos equivocamos en el tipo de medida, porque si miramos en números absolutos la participación ahora es de 250 mil personas menos que las elecciones de 2009, entonces no hay una gran diferencia, lo que pasa es que hemos cambiado la modalidad de medir", comentó Pantelimon.

En su análisis, el cientista de origen rumano detalla que las cifras pueden resultar engañosas, toda vez que se comparan universos de electores distintos.

"Si antes teníamos un 80 o un 82% de participación pero sólo de las personas que estaban inscritas - y no de los que potencialmente estaban habilitados para votar - si hacemos el cálculo de las personas con derecho a voto el 2009, la participacióm ha sido de un 57% entonces no hay una gran diferencia. En las pasadas elecciones fue de casi un 50%, entonces es menos de un 10% esa diferencia que si bien debe preocupar tampoco es para tanto", advirtió el profesor asociado de la PUCV.

DIFICULTADES

Para Razvan Pantelimon con el cambio de la inscripción automática la idea era poder "desburocratizar" el voto y eliminar las dificultades que la inscripción podía representar para las personas. Sin embargo, el académico aclara que persisten otras dificultades al momento de votar, lo que explicaría porqué el voto voluntario no representó finalmente un crecimiento y, peor aún, 300 mil personas menos hayan participado del proceso electoral.

En su opinión, hay problemas con el registro electoral chileno. "Creo que el padrón electoral es bastante imperfecto, la gente vive en una parte y está inscrita en otra. Esto puede ser un problema y podría sortearse, por ejemplo, al momento de renovar la cédula, produciéndose automáticamente el cambio en el padrón", precisó.

Otro problema que ofrece, a juicio de este académico, nuestro sistema, es la concentración de mesas y el bajo número de locales de votación.

"Esto hace que las personas para poder votar deben bajar del cerro y trasladarse, incurrir en gasto de locomoción y para muchos esto puede ser un impedimento, en especial para personas con bajo nivel de recursos", explicó.

Asimismo, Pantelimon cuestionó el hecho de que ningún candidato haya efectuado campañas potentes para fomentar la participación en el proceso, lo que a su juicio, tiene una respuesta: a los candidatos les conviene que haya menos personas que voten.

"Creo que a los candidatos les conviene que haya menos personas que voten, a los candidatos fuertes, porque el tipo de campaña electoral que se ha hecho es un tipo de campaña basada en redes, en relaciones clientistas, entonces yo como candidato no tengo ningún interés en gastar plata en nuevos votantes, personas que antes no votaron, porque no tengo la certeza si ellos van a votar por mí o por otro candidato, entonces gasto mi plata en la personas que ya votaron y que sé que van a votar por mí", planteó el académico quien añade un dato no menos importante: la mayoría de los nuevos votantes no concurre a votar, los que concurren a votar son las personas mayores y los que votaron siempre.

menos ABSTENCIÓN

Luego de los análisis post eleccionarios, los parlamentarios de la zona hacen sus propios mea culpa y entran de lleno en la programación para el balotaje de diciembre.

El reelecto diputado Rodrigo González sostiene que la abstención es un tema que ciertamente debe preocupar a la clase política, precisando que concurrir a votar es un tema de convicción.

Coincidiendo con el académico de la PUCV, el parlamentario por el distrito 14 cree que facilitar la concurrencia de los electores a los locales de votación es fundamental.

"Creo que un elemento que ha incentivado mucho la abstención, especialmente en los sectores populares, es la topografía que tiene hoy día el mapa de los recintos electorales que exigen en muchos casos el uso de dos o tres medios de transporte para que las personas lleguen al local de votación", sostuvo González.

El diputado precisó que en este sentido se está buscando presionar a través del congreso para lograr focalizar recursos públicos que permitan disponer de un transporte público amplio y abierto.

"Esperamos tener algún resultado. Creo que el gobierno también está sensibilizado en el sentido de que no es bueno para la democracia, independientemente de los resultados, el que haya un nivel de abstención como el que existe", agregó.

DESCONFIANZA

Para el senador de RN, Francisco Chahuán la abstención no sólo debiera preocupar a su sector, sino que a toda la clase política.

"Hay una alta abstención respecto del electorado de centro derecha que daba por perdida la elección en primera vuelta y de una desmovilización importante del electorado de centro derecha. En segundo lugar, es importante apuntar a la falta de participación se debe también a la falta de confianza en el sistema político y esa es también una señal de preocupación importante. En tercer lugar esta es la primera elección con inscripción automática y voto voluntario y con elección presidencial y parlamentaria que también es un tema que nos llena de preocupación", comentó el parlamentario.

Ambos parlamentarios coincidieron en que sus respectivos comandos trabajarán con el objetivo de captar los votos de quienes optaron por otras candidaturas en la primera vuelta y especialmente de quienes se abstuvieron.

"Tenemos la esperanza de que baje la abstención porque en la medida que seamos capaces de convocar a nuevos electores primero vamos a ser capaces de devolverle la legitimidad al sistema político y segundo devolver la confianza ciudadana y somos capaces de abrir un mayor universo que pueda ser captado por la candidata Matthei", sostuvo Chahuán.

"Creo que a los candidatos les conviene que haya menos personas que voten". Dr. Razvan Pantelimón, cientista político.

Para el cientista Razvan Pantelimón, en las últimas décadas se ha producido un verdadero divorcio entre la política y la ciudadanía. "Creo que los cambios en la sociedad, la nueva tecnología, se hacen con una velocidad mucho más alta que los cambios en el sistema político (…) La esencia del sistema político, los partidos, el sistema representativo en esencia no cambia. Se ha actualizado con una velocidad muy baja (…) La política se quedó atrás, se produce entonces una ruptura entre la política y el pensamiento de la gente, entonces surge el descontento y la frustración en relación a las expectativas. La gente hoy no tiene paciencia de esperar procesos, y eso es un problema", acotó Pantelimón.

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