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Mujer suicida fue a pedirle a la Virgen fuerzas para vivir

Los dramáticos relatos de los peregrinos que fueron a pagar sus mandas a Lo Vásquez.
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La señora María era una de las que ayer estaba en la fila de ingreso al acceso principal al santuario de Lo Vásquez. Miraba fijamente a la blanca Virgen que está en el frontis de la iglesia y movía sus labios. Rezaba y rezaba sin parar.

En sus manos tenía cuatro velas, las que al derretirse, junto con quemarle los dedos, constantemente se apagaban por el viento. Pero ella, porfiada, las volvía a prender con nerviosismo.

Avanzaba de rodillas lentamente agradeciendo y pidiéndole a la Virgen que le diera fuerzas para seguir viviendo, puesto que pasa por una profunda depresión que la ha tenido al borde de la muerte.

"Vengo por muchas cosas, ella me ha hecho muchos milagros. Yo quedé inválida de mi brazo y ella me mejoró. Quedé mal de mi brazo porque me quise suicidar, tenía depresión y ahora estoy igual, en las mismas, me quiero suicidar, estoy depresiva total. Le vengo a pedir que me de fuerzas para seguir viviendo y dar gracias a mis hijos que se unen. Mis manos duelen, pero puedo resistir el dolor del derretimiento de las velas", dijo con la voz temblorosa la mujer de La Florida.

papás con cáncer

Patricio avanza apoyándose en su vientre con cuatro velas en sus manos y una fotografía colgada a su cuello donde aparecen sus padres que son el objeto de la manda que hace cuatro años paga. "Vengo a darle gracias a la Virgen por haberme dado la fe para salvar a mi mamá y a mi papá. Ellos tuvieron cáncer y están saliendo adelante, los tengo todavía a mi lado. La enfermedad se las diagnosticaron hace cuatro años y hasta que el cuerpo me dé voy a pagar la manda. Vengo todos los años desde hace cuatro años, siempre con vela y la misma foto. Ellos están bien ahora, hay secuelas, pero mientras los tenga a mi lado, le voy a dar gracias a la Virgen. Lo más doloroso es la quemazón de las manos, pero es sólo una vez al año, así es que no es tan terrible tampoco, hay que aguantar un poco y después la recuperación dura unos diez minutos", dijo el santiaguino de 29 años".

sanó a su hija

sanó a su hija

Javiera González tiene 18 años y hace seis meses fue mamá de Alelí. Al mes de vida a la niña la operaron de una hernia y en el hospital se enfermó de virus sincicial y bronconeumonia, estuvo con ventilación mecánica. De eso han pasado cinco meses. "Le pedí a la Virgen que me la mantuviera conmigo y me la dejara y ahora le vengo a agradecer", dijo de rodillas mientras la pequeña la seguía en brazos de un familiar. "Es primera vez que vengo y después de todo lo que viví tengo mucha fe, demasiada", dijo la joven madre.

El padre Claudio Ortiz, rector del Santuario de Lo Vásquez hizo un llamado a los peregrinos que ponen en riesgo su salud por las extremas mandas que pagan a la Virgen. "Hay que decirles a ellos fundamentalmente que no pongan en riesgo su salud, yo creo que hay que saber ser respetuoso con la forma en que cada uno tiene de agradecer a Dios, mientras eso no ponga en riesgo la salud de cada uno de estos peregrinos", señaló.

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