Estaba nervioso Sergio Saavedra. Y no era para menos. ¿La razón? Su nuevo traje de Gokú lo iba a recibir el miércoles, pero no había pasado nada. Por eso es que el viernes debió hacer un par de llamados y apurar la entrega de su nuevo traje, un poco más anaranjado y con el que llegó ayer, a eso de las 14.00 horas, hasta el estadio Lucio Fariña Fernández, para votar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y hacerlo emulando la pinta de su ídolo, Gokú, el protagonista de la serie oriental "Dragon Ball Z".

Y así entró con nuevo traje, símbolos estampados y la fama de ya ser masivamente conocido. De hecho, en su caminar hacia el estadio un grupo de adultos mayores se tomaron fotos con él para los nietos. "La verdad es que la recepción fue buena como siempre, la idea es alegrar la tarde", contó el joven, quien interrumpió una partida de carioca de los vocales de su mesa para votar. Luego de eso, una nueva sesión de fotos y decenas de imágenes a pedido.

Pero las aventuras de Sergio Saavedra no se quedan en el vestirse de Gokú, hacer un minilibro o ir de su héroe favorito a dar la PSU. El joven también aprovechó este fin de semana para trotar y participó de una corrida nocturna de 11,6K con su traje el viernes por la noche.

Trotando

Durante la mañana de ayer, Valparaíso y Viña del Mar permanecieron con sus cielos cubiertos y una helada neblina. Por esta razón, los vocales que estaban en las mesas situadas al aire libre hicieron lo que estuvo a su alcance para poder capear el frío.

"Ya estuvimos aquí para la primera elección y al menos ese día había amanecido un poco mejor. Pero ahora hace más frío, está viniendo menos gente a votar y no nos dan ni siquiera una colación", reclamaron los integrantes de la mesa 127/128 del Polideportivo de Viña.

Similar situación experimentaron los vocales del Liceo de Niñas, que incluso con guantes estuvieron atendiendo a los votantes.

Sin colación

Rodrigo, uno de los vocales que tuvo que estar bajo estas condiciones, señaló que es complicado trabajar así: "Tenemos que estar súper abrigados para no enfermarnos y además traernos algo para comer, porque por hacer esto no nos dan ni un sándwich. Tenemos que quedarnos hasta las seis de la tarde, pasar de largo con el almuerzo, porque tampoco hay un kiosco abierto donde uno pueda comprar algo, y si nos traen algo, tampoco los dejan estacionarse", replicó el joven, que aprovechaba el tiempo estudiando para una prueba.

Karin, otra joven de la misma mesa, se refirió al pago del bono.

"Hay gente que no le han pagado por ser vocal en elecciones anteriores y a nosotros nos van a pagar en varios meses más. No es para nada entretenido estar aquí entumiéndose", comentó.

Las delegadas de ambos establecimientos explicaron que el sistema siempre ha sido así y que, lamentablemente, no hay ningún tipo de colación para los vocales. "Eso también ha provocado que los vocales que les ha tocado varias veces ya ni vengan, porque además les deben el pago", señalaron.

En el liceo Guillermo Rivera de Viña, los vocales estaban calientitos en las salas, pero inventando qué hacer por la baja asistencia. "Han venido puros abuelitos y está más lento que la vez anterior. Nos hemos entretenido conversando y jugando al Candy Crush", señalaron Lila María, Viviana y Juan Carlos, de la mesa 16. En tanto, en la mesa 19, Alejandro, Emmanuel, Alexis y Tomislav mataban el tiempo con rock. "Nos hemos tomado unos cafecitos, escuchamos buena música y conversamos, no queda de otra", apuntaron.

Candy crush y música