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Los tatas y discapacitados dieron ayer el ejemplo

Sacaron la cara por los dejados que no fueron a las urnas. Hubo vocales de mesa voluntarios.
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En el tedioso proceso eleccionario de ayer, donde penaron las ánimas en locales de votación, sobresalieron los votantes adultos mayores y discapacitados, así como vocales de mesa voluntarios.

Un elector que destacó en el liceo Eduardo de la Barra fue José Fierro Carrasco, de 91 años. Llegó con bastón y acompañado de su nieta. "Aquí estoy cumpliendo con nuestra obligación de chileno. En todas las elecciones he venido a votar por el candidato que me gusta". En la mesa fue recibido por el discapacitado Guillermo Anabalón, de 44 años, que ha sido cinco veces vocal de mesa.

"Espero que sea la última, han sido muchas veces. No es muy buen la paga ni muy buena la alimentación", reclamó.

Distinta opinión tuvo el paramédico del Van Buren Eusebio Fernández, con siete elecciones en el cuerpo como vocal. "Me gusta el trabajo, es entretenido", dijo el presidente de mesa.

las mujeres

Pese a que en el Instituto Superior de Comercio no andaba casi nadie, en la mesa 105 eran pura risa cinco simpáticas vocales que llegaron con mantas y hervidor para la baja temperatura mañanera. Se entretenían jugando bachillerato. Paula Martínez dijo que los votantes son mayores de 40 y la tercera edad.

"Me gustó la experiencia, gente nueva y simpática. Ojalá que nos represente bien la candidata electa", expresó Alejandra Carrasco.

En el liceo N°1 de Niñas sorprendimos a las amigas Jacqueline y Luisa. La primera llevaba a la segunda en silla ruedas por su pierna amputada por una diabetes mal cuidada. "El voto debiera ser obligatorio y es bueno que una mujer gane. Los hombres son más tercos y no escuchan consejos", afirmó Jacqueline. "Uno tiene que votar para después tener derecho a reclamar. Hay desinterés en la gente, no cree en los políticos, no esta ni ahí", comentó Luisa sobre la alta abstención.

vocal voluntaria

Juan Espinoza, delegado de la Escuela Alemania, informó que los vocales llegaron tarde, después de las 08.30 horas. En cinco mesas reforzaron con vocales prestados. En la primera vuelta votó el 50% del padrón de este plantel, es decir 1.500 personas.

También cumplieron con su deber cívico Alexis Marín y su esposa Elizabeth, que es discapacitada pero que vota desde el plebiscito del 89". Sufragan diferente, pero la diferencia no llega a que se peleen. "El comercio abre y la gente se preocupa más de andar comprobando que de votar", acota él.

Eduardo Arrate, delegado de la primera Junta Electoral, comunicó que los vocales llegaron atrasados, pero cumplieron. Incluso tuvieron una voluntaria: la joven Gabriela Paz, del cerro Larraín. Siempre quiso ser vocal y antes no pudo por un problema familiar. Ayer concretó su sueño. "Estoy feliz, me gustaría seguir haciéndolo, mientras no tenga mayores responsabilidades. Desde chica supe que era importante ser parte de este evento cívico".