De cara a fin de año, todo debería ser felicidad y alegría. Sin embargo, los alumnos y apoderados del octavo básico del colegio Hernán Olguín, ubicado en el cerro Placeres, de Valparaíso, no están para nada contentos, debido a lo que ellos califican como una injusta medida tomada en contra del alumnado.

"Se supone que el día 12 de diciembre mis hijos y sus compañeros deberían graduarse de octavo básico, sin embargo, el día 10 nos avisan que la graduación ha sido cancelada y que no se llevará acabo ningún tipo de celebración en el colegio", señaló Marisol Gamboa.

La suspensión de la graduación de los menores del octavo básico del Hernán Olguín, según denuncian los apoderados, se debe a una broma de mal gusto que un alumno repitente les habría hecho. "Lamentablemente, pagaron justos por pecadores", reclaman los papás.

"El día 9 de diciembre los niños habían organizado un paseo y cuando nos veníamos de vuelta, este alumno repitente llamó a uno de ellos para decirle que un compañero había sido apuñalado. Debido a lo anterior, unos alumnos que iban en el bus se descontrolaron y le pidieron al chofer que parara la micro o que los llevara al hospital, para ver cómo estaba el supuesto apuñalado. Los apoderados que íbamos en el bus tratamos de calmar a los niños y les señalamos que cuando llegáramos al colegio veríamos lo que hacíamos. Sin embargo, la profesora que iba a cargo del curso elaboró un informe que entregó a la dirección en donde señaló que los niños habían tenido conductas violentas y peligrosas, lo que finalmente originó la suspensión de la licenciatura", señaló Marisol Gamboa.

en otro colegio

La apoderada agregó que "lamentablemente por la culpa de este joven que hizo la broma, todos se quedarán sin su graduación y están sumamente afectados".

El problemas llegó hasta oídos de la Corporación Municipal, que a través de su gerente, Gustavo Mortara, expresó que la graduación de los alumnos de octavo básico se llevará a cabo de igual manera, pero en otro establecimiento, lamentando lo ocurrido en el colegio Hernán Olguín, de Placeres, donde los cursos llegan sólo hasta octavo, por lo que la graduación era una acto esperado por la comunidad.

El Ministerio Público investiga si un anciano porteño murió ayer atragantado con su comida.

El suceso se registró al interior de una vivienda del pasaje Armando Cortínez, del cerro Cárcel. En el inmueble vivía el anciano A.A.R., de 80 años, junto a una hermana y una sobrina. Cerca de las 07.30 horas, el hombre se dirigió solo al comedor a tomar desayuno. A los pocos minutos, sus parientes sintieron un fuerte golpe y al mirar, lo encontraron tendido sin signos vitales. Llamaron a paramédicos del Samu, quienes no pudieron reanimarlo. Los funcionarios constataron que tenía restos de comida en su boca. Carabineros de la Octava Comisaría Florida informó del deceso al fiscal de turno, Samuel Núñez, que dispuso la concurrencia de la Brigada de Homicidios y Lacrim. Los detectives, al revisar el cadáver, hallaron restos de pan en la tráquea. Podría tratarse de una asfixia por oclusión, pero todo apunta a una muerte por enfermedad, ya que hace poco al occiso le detectaron Parkinson. La autopsia del Servicio Médico Legal revelará la causa del deceso. J

De cara a fin de año, todo debería ser felicidad y alegría. Sin embargo, los alumnos y apoderados del octavo básico del colegio Hernán Olguín, ubicado en el cerro Placeres, de Valparaíso, no están para nada contentos, debido a lo que ellos califican como una injusta medida tomada en contra del alumnado.

"Se supone que el día 12 de diciembre mis hijos y sus compañeros deberían graduarse de octavo básico, sin embargo, el día 10 nos avisan que la graduación ha sido cancelada y que no se llevará acabo ningún tipo de celebración en el colegio", señaló Marisol Gamboa.

La suspensión de la graduación de los menores del octavo básico del Hernán Olguín, según denuncian los apoderados, se debe a una broma de mal gusto que un alumno repitente les habría hecho. "Lamentablemente, pagaron justos por pecadores", reclaman los papás.

"El día 9 de diciembre los niños habían organizado un paseo y cuando nos veníamos de vuelta, este alumno repitente llamó a uno de ellos para decirle que un compañero había sido apuñalado. Debido a lo anterior, unos alumnos que iban en el bus se descontrolaron y le pidieron al chofer que parara la micro o que los llevara al hospital, para ver cómo estaba el supuesto apuñalado. Los apoderados que íbamos en el bus tratamos de calmar a los niños y les señalamos que cuando llegáramos al colegio veríamos lo que hacíamos. Sin embargo, la profesora que iba a cargo del curso elaboró un informe que entregó a la dirección en donde señaló que los niños habían tenido conductas violentas y peligrosas, lo que finalmente originó la suspensión de la licenciatura", señaló Marisol Gamboa.

en otro colegio

La apoderada agregó que "lamentablemente por la culpa de este joven que hizo la broma, todos se quedarán sin su graduación y están sumamente afectados".

El problemas llegó hasta oídos de la Corporación Municipal, que a través de su gerente, Gustavo Mortara, expresó que la graduación de los alumnos de octavo básico se llevará a cabo de igual manera, pero en otro establecimiento, lamentando lo ocurrido en el colegio Hernán Olguín, de Placeres, donde los cursos llegan sólo hasta octavo, por lo que la graduación era una acto esperado por la comunidad.