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Otra vez 60 mil porteños quedaron sin suministro

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Chiste repetido sale podrido: esa es la sensación que ronda en las casas de los vecinos de la calle Federico Costa, del cerro Ramaditas, luego de que, cerca de las 23.00 horas del lunes, se produjera un nuevo desperfecto en la Gran Alimentadora del sector de Santa Elena, lo que generó no sólo el corte de agua de los vecinos del sector, sino que también afectó a otros 15 mil clientes de Esval; es decir, unos 60 mil porteños.

El corte se extendió desde Rocuant hasta Playa Ancha y duró hasta las 16.30 horas, tiempo en que las familias afectadas debieron abastecerse de agua mediante estanques y camiones aljibes dispuestos por la sanitaria.

Esta nueva emergencia ocurrió en el mismo lugar en que, el pasado 14 de julio, explotó la Gran Alimentadora, provocando un aluvión de agua y barro.

Y paradójicamente, también ocurrió horas después de que Esval anunciara un importante proyecto con el fin de evitar que las emergencias provoquen cortes masivos de agua en Valparaíso.

Cabe recordar que, tras la explosión de la Gran Alimentadora, ya son cuatro los cortes masivos de suministro ocurridos en Valparaíso por este caso.

"La verdad es que ya estamos chatos con el tema de Esval. La gente acá ya no puede estar tranquila porque no se sabe cuándo va a ocurrir una tragedia nuevamente", señaló Verónica Luco, quien sentada en una vereda cercana a donde Esval realizaba los trabajos de reparación , esperaba pacientemente que volviera el agua.

Danitza Alvarado, junto a su pequeña hija de seis años, Anaís, se apuraban para llegar con seis bidones al estanque ubicado en la inmediaciones de la calle Federico Costa.

"Lo encuentro el colmo. Siento que estas personas se están burlando de nosotros. Se supone que esto debería estar listo en seis meses y nada, todavía están trabajando y tiene para rato; no hay avance ni nada, todo lo contrario. Más encima el agua que ponen en estos estanques es tremendamente sucia. Hay que hervirla y muchas veces no alcanza para nada", comentó.

sanciones

Incluso el alcalde Jorge Castro se vio afectado por el corte de agua de ayer. El edil manifestó que las acciones judiciales contra Esval por los cortes anteriores siguen su curso y agregó que "los trabajos que se comenzarán a realizar de acuerdo al convenio firmado permitirán que cuando ocurran este tipo de hechos, tengamos cortes sólo en los barrios circunscritos a la red donde esté la falla propiamente tal y no tengamos que sufrir todos, hasta Playa Ancha, el corte de suministro".

En tanto, la Superintendencia de Servicios Sanitarios anunció el inicio de un procedimiento de sanción para determinar las responsabilidades que le competan a Esval tras la nueva rotura de la Gran Alimentadora. La Superintendencia ya había exigido a Esval la reposición de la Gran Alimentadora, tras la rotura del 15 de julio.

El gerente de Esval, José Luis Murillo, explicó que el daño se produjo en "una tubería que está debajo de la vía, la cual debe ser sustituida y en dicho proceso es que, debido lo más probable a la vibración por los trabajos, una de las soldaduras cedió y se produjo una filtración. Lamentablemente los problemas no ponen fecha y hora para ocurrir, considerando el anuncio que habíamos hecho durante el lunes".

Soldadura cedió