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Marcelo Ríos y el Pulpo Capdeville ya solucionaron sus diferencias

Hace 3 días un renovado Chino optó por hacer las paces con Paul Capdeville. "Está más maduro", nos dijo emocionado el tenista activo.
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Recién cumplidos los 38 años, el Chino Ríos ya parece un hombre maduro. No sólo porque se transformó en un ídolo con arrugas, sino porque ahora evita las peleas. A tal punto que, hace dos días, decidió reunirse con Paul Capdeville y resolver antiguas rencillas. Lo hizo porque es el capitán número dos de la Copa Davis y busca confeccionar a los participantes del equipo chileno; y, a la vez, lo hizo porque desde su infarto cerebral aspira a estar en paz con el resto.

La paz esté con Marcelo

Desde el interior de su mansión gigante atendida por seis nanas y Marcos, el mayordomo -casa, además, dotada de un clóset que equivale a una tienda Zara, una sala de cine, un jardín infantil dispuesto en el patio y una cama matrimonial de cuatro plazas-, en fin, desde el epicentro del lujo, el número uno de la historia del deporte chileno avisó que le interesa unirse a Paul. Años atrás Ríos dijo: "Capdeville es malo". Y Capdeville respondió: "Me da lo mismo lo que diga". Y así protagonizaron una tensión que se alargó por años. Pero se juntaron esta semana y, tras una charla muy natural, limaron las asperezas.

"Fue una conversación muy buena, muy alegre. Hablamos de todo", señala Paul Capdeville. Y claramente dice: "Igual, todo este distanciamiento supuesto entre nosotros, fue algo que exageró la prensa. Muchas de las cosas que se decían eran interpretaciones de periodistas".

-Paul, ¿vio a un Chino sereno?

-El Chino está muy tranquilo. Está mucho más maduro, enfocado en su familia al cien por ciento.

Capdeville aplaude la casa gigante que se construyó Ríos. Y manda un adelantado mensaje de cumpleaños: "Pásalo bien con tus hijos y tu señora. Disfrútalos". Bueno, y ahora, dice Paul, es necesario focalizar la energía en la Davis (a jugarse entre el 31 de enero y el 2 de febrero en Barbados). Estoy dispuesto, avisa el Pulpo, en la medida en que esté bien físicamente. ¿Y su cuerpo está bien? "Tuve muchas lesiones el 2013. Vamos a ver cómo ando", responde. ¿Y el retiro, Pulpo? "Lo veré en julio. Si no me siento bien, me retiro. No se trata de jugar por jugar".

La paz, entonces, llegó a la familia del tenis. Ayer el Chino festejó su cumpleaños sin enemigos. Aunque…un momento: "¡Me da lo mismo el cumpleaños de ese fulano!", grita al teléfono Manuel Astorga, el ex preparador físico y sostén psíquico de Ríos. Su último grito es desgarrador: "¡Que lo celebre con sus chorrocientos hijos allá en el castillo, yo no tengo nada que decirle!". En fin. Quizás a la leyenda todavía le queda trabajar por la paz.