No es lo habitual pero después de fechas festivas como Fiestas Patrias, Navidad y Año Nuevo, las campanas de recolección de vidrio suelen lucir colapsadas, con varias decenas de botellas en su entorno que demoran varios días en ser retiradas.

La comunidad, en general, ha tomado conciencia en torno a la reutilización de este material, especialmente pensando en que un tercero puede beneficiarse de la recolección.

Las organizaciones beneficiarias de este material en la zona son la Corporación de Ayuda al Niño Quemado, Coaniquem y el Comité Nacional pro defensa de la Fauna y Flora, Codeff. Ambas instituciones reconocen que cuentan con un sistema implementado para evitar que los receptáculos colapsen: Coaniquem cuenta con el apoyo de la empresa local Pro Activa, quien se encarga de retirar el material desde las campanas. Codeff por su parte, cuenta con un sistema de recolección propio.

Para Pilar Llugany, directora regional de Coaniquem, es poco habitual que las campanas propias e incluso las de Codeff colapsen, pues asegura que en general el sistema de recolección es ordenado.

"Para la noche de Año Nuevo pusimos unas 8 campanas en el borde costero en Valparaíso y esas las retiramos al día siguiente (...) En verano se retira dos veces por semana y en invierno es menor la frecuencia", precisó Pilar Llugany quien añadió que cada sector tiene su propia frecuencia y en ese sentido el retiro es relativo.

Coaniquem cuenta con unas 65 campanas en la región y si bien los recursos obtenidos a partir del material recolectado son más bien modestos, igualmente es una importante vía de financiamiento.

"Estamos acostumbrados a sumar peso más peso, todo nos sirve y por eso lo seguimos haciendo, además que contamos con el apoyo de Pro Activa, de lo contrario no podríamos hacerlo", precisó la ejecutiva.

CODEFF

En el caso de la Región de Valparaíso, la campaña de Codeff está presente hace ya 13 años, y se han instalado campanas en 18 comunas de la región, siendo las principales Viña del Mar y Valparaíso.

De acuerdo a la información proporcionada por la misma institución, el funcionamiento habitual del sistema de retiro se basa en la supervisión semanal de las campanas para establecer la ruta de las que ya están llenas, lo que se efectúa dos veces por semana. En esa misma labor las campanas son lavadas y se les retira la basura que lamentablemente la gente deposita dentro y fuera de ellas.

"Es importante tener en cuenta que en fechas especiales como las fiestas patrias, navidad y año nuevo, se produzca una mayor demanda de retiro por el aumento de desecho habitual de envases de vidrio. Y es aquí donde tras la supervisión, los camiones aumentan su frecuencia de retiro a tres veces por semana, dando la respuesta necesaria a cada solicitud", señala Patricio Ascui, jefe de Operaciones de la RM, V y VI región.