Una menor de edad que tenía sexo con clientes de un prostíbulo clandestino, fue rescatada por la policía uniformada. El regente fue arrestado.

Cerca de las 22.55 horas del jueves Carabineros de la Segunda Comisaría Central recibió un comunicado de una mujer anónima, informando que a la altura del N° 1948 de calle Independencia funcionaba un prostíbulo clandestino, donde una menor tenía sexo con los clientes. Efectivos de la Comisión Civil acudieron al inmueble simulando ser clientes. Tocaron el timbre y fueron recibidos por un varón, quien los condujo hasta una sala de estar ubicada en la parte posterior del departamento. Allí les ofreció los servicios sexuales de dos mujeres: una de 35 y otra de 25 años, las que fueron exhibidas a los interesados. La tarifa requerida era 25 mil pesos por una hora de prestaciones amatorias. En ese instante los integrantes de la Comisión Civil sacaron su placas y se identificaron como Carabineros, realizando un control de identidad al hombre y las mujeres. Precisamente la que decía tener 25 años, y que en realidad parecía adulta, no portaba su cédula de identidad. Sólo mantenía un certificado de nacimiento, por lo que tanto ella como el regente fueron llevados hasta la unidad policial. Allí se pudo verificar que el documento estaba adulterado en su fecha de nacimiento y en los dos primeros números del carnet de identidad. Se trataba en definitiva de A.A.C.G., de 16 años, quien en el sistema presentaba una orden de ingreso al CTD de Playa Ancha emanado del juzgado de familia de Viña del Mar. Para resguardar su integridad física fue llevada hasta ese establecimiento playanchino. Dijo que se prostituía por problemas familiares.

En el caso del hombre, fue identificado como L.E.V.A., 50 años, sin antecedentes policiales, quien afirmó desconocer que la joven era menor de edad. Fue arrestado por facilitar la prostitución infantil. La fiscal de turno dispuso su libertad a la espera de ser citado a declarar. En el prostíbulo se incautaron gran cantidad de preservativos, películas porno entregadas a los clientes en piezas con TV; tarjetas de presentación para ofrecer servicios sexuales y un notebook, el que fue remitido al Labocar para peritajes que determinen si hay imágenes sexuales de la menor. J