Las declaraciones de la senadora Lily Pérez, a estas alturas del partido, en cuanto a que sufrió discriminaciones mientras formaba parte de RN por asuntos religiosos, no es un buen síntoma, no se condicen con los denodados esfuerzos de variados organismos privados y públicos en el sentido de denunciar oportunamente estos abusos para castigarlos debidamente y principalmente considerando sus altas envestiduras, nada más y nada menos que Senadora de la República. Lo anterior no ayuda en absoluto a crear conciencia y costumbre nacional para denunciar todo atropello en tiempo presente, demorar las denuncias es contraproducente para todos, ¿o sus efectos negativos surgen sólo en los momentos difíciles y son debidamente ignorados en aquellos en que el viento sopla a favor?

Luis Enrique Soler Milla

El primer proyecto de ley de AVP beneficiaba a 2.113.703 convivientes del país. La mayoría de los chilenos estábamos muy de acuerdo en que se legislara. No sabemos cuándo ni por qué se fue transformando y posicionando mediáticamente como una ley para los homosexuales, siendo que estos últimos, 34.976 mil, representan apenas el 1,65 % del total de convivientes del país. Hoy, 2.078.727 convivientes heterosexuales que no han contraído matrimonio, porque NO quieren casarse, ni saber de formalidades, contemplan perplejos cómo los parlamentarios están a punto de legalizar un casorio de segunda clase, que sólo le viene como anillo al dedo a los homosexuales. Claramente NO se está cumpliendo la promesa del Presidente para todos los convivientes. El actual AVP es un matrimonio igualitario, sin serlo. Un "dominal" para dejar felices a moros y cristianos. Pero a 2.078.727 chilenos no les van a pasar gato por liebre tan fácilmente. Están muy equivocados. Lo peor es que creando un nuevo estado civil de "conviviente legal", prácticamente sin deberes que cumplir entre la pareja, no sólo deja a los que no firmen como "ilegales", sino que se estará creando al verdugo de la institución matrimonial. ¡Por favor! Se nos viene un gran caos si no paran esta insensatez.

Ricardo Viteri P.