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El horror del día después: dolor, saqueos y destrucción

El violento incendio del jueves arrasó con las viviendas de 16 familias en Forestal y dejó a 66 personas damnificadas.
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Aunque será el Departamento de Investigación de Bomberos la que determine con precisión las causas del siniestro que este jueves arrasó con 16 viviendas y dejó a 66 personas damnificadas en la parte alta de Forestal, en Viña del Mar, la versión más insistente en torno al inicio del fuego apuntaba a una vivienda ubicada en la calle Crisantemo donde funcionaba un taller y donde se presume se habría estado quemando cables de cobre.

El saldo el día después de la tragedia era desolador: los damnificados retornaban al lugar donde hasta el jueves se encontraban sus casas, hoy reducidas a escombros.

Los 66 afectados - 44 adultos y 22 niños - lo perdieron todo y ayer manifestaban con pesimismo las posibilidades de poder recuperarse, toda vez que, en su mayoría, las familias afectadas habían levantado sus viviendas en áreas verdes.

"Nos quedamos con lo puesto. Nosotros somos 5, mis dos hijos, mi pareja y un sobrino (...) Yo venía saliendo de mi trabajo cuando me avisaron y cuando llegué no había nada que hacer. Una tía me avisó que mi casa ya no existía", declaraba entre lágrimas Patricia Oyanedel quien se mostró pesimista frente a la posibilidad de poder recuperar su casa.

EN UN BASURERO

La tensión tras haber perdido todo se hizo evidente entre los vecinos que ayer, aprovechando la presencia de autoridades del municipio, la gobernación provincial y el Serviu, entre otras, manifestaron sus cuestionamientos en torno a la excesiva burocracia gubernamental para salir de la precariedad lo mismo que los puntajes que otorga la ficha de protección social y, que según sostienen, no reflejan la realidad de las familias.

"Por ser área verde no nos dan una pizca de ayuda (...) Llevamos 21 años viviendo aquí, la municipalidad nos tiene con caseta, con agua, pero no somos dueños de nada y tampoco podemos postular a nada", cuestionó Ana Arriola quien si bien no se vio afectada con el siniestro, solidarizó con sus vecinos damnificados.

El mismo caso de Patricia Oyanedel permitió confirmar la denuncia de Ana Arriola, en torno a la ficha de protección social.

"He postulado tantas veces que ya ni me acuerdo y nada. No tenemos ni luz, ni agua, no sé que tiene que pasar para que uno pueda acceder a una vivienda, tendríamos que vivir en un basurero", cuestionó Patricia Oyanedel en torno a los puntajes que otorga la ficha social.

saqueos

Aunque pueda parecer increíble, el jueves en medio de la urgencia y de los esfuerzos de toda una población por ayudar a sus vecinos y evitar la propagación del fuego, inescrupulosos aprovecharon el caos para saquear unas viviendas y un jardín infantil.

Sebastián Godoy, estudiante de Sociología y residente de la calle Abraham Lincoln destacó la solidaridad de los vecinos para combatir el siniestro, precisando que si no hubiese sido por esto, la tragedia del jueves habría sido mucho mayor.

Sin dudarlo y debido a las dificultades de abastecimiento de agua que debió enfrentar Bomberos y que ayer fueron reiteradas por el comandante Marcos Quintana, la familia de Sebastián no dudó en convertir su casa en la principal proveedora de agua para combatir las llamas. Sin embargo, a pesar de este gesto solidario, desconocidos se aprovecharon del caos para robar desde su vivienda 350 mil pesos en dinero en efectivo, dos televisores, dos equipos de música, dos hervidores, ropa y libros de estudio.

"Sacaron las protecciones de las ventanas, entró una avalancha de personas porque mi casa era la proveedora de agua, por lo mismo no restringimos el acceso porque entendíamos que todas las personas estaban ayudando, pero lamentablemente fue una ola de saqueo (...) Lo importante es que los vecinos pudimos trabajar en conjunto, hicimos una cadena, eso es lo que importa, más que esto", reflexionó Sebastián Godoy.

La vivienda vecina de la casa de Sebastián también fue saqueada, lo mismo que un jardín infantil del sector al que le robaron hasta el papel higiénico. "Esto verdaderamente no tiene nombre, es un dolor muy grande que se añade a esta tragedia", manifestó la dirigente de la unidad vecinal 50 Loma Sur.

Funcionarios de los departamentos sociales del municipio y del Serviu trabajaron ayer en el sector afectado, con el propósito de conocer la situación de cada caso. "Sabemos que cada caso es muy diferente y vamos a ver cuál es la mejor solución que podemos darles y ofrecerles como ministerio y como servicio (...) Lo importante es que ustedes sepan que están acompañadas, que no las vamos a dejar solas y vamos a analizar caso a caso particular o para ver cómo podemos solucionar la situación actual que están viviendo", precisó Juan Carlos Muñoz, jefe de gestión social de Servi quien se comprometió a actuar con la mayor celeridad posible en estos casos.

Serviu