Un férreo ordenamiento defensivo, una cuota grande de actitud y la movida estratégica de poner a Marco Velásquez en un tridente de contención (junto a Romo y Freitas) preocupado de dejarle pocos centímetros de libertad al émbolo creativo de O"Higgins, Pedro Pablo Hernández. Esos fueron los ingredientes del nuevo Everton de Nelson Acosta, cuadro que con el ex seleccionador en la banca mostró decididamente una mejor cara que en las tres primeras fechas.

"Ya se acabó el tiempo de dar explicaciones, ahora el equipo debe actuar en la cancha con nuestro nuevo entrenador", decía antes del encuentro el timonel Juan Pablo Salgado. Y eso es lo que hizo el conjunto viñamarino frente al campeón vigente que aprovechó de mostrar a sus estelares. Con todo, a Everton solo le alcanzó para los primeros 45 minutos. Con los circuitos celestes desactivados y con Pablo Calandria fuera por lesión en los 18 minutos, el correteo de los volantes sirvió para que no hubiera peligro en la puerta de Dalsasso, pero también para que Emiliano Romero ganara metros en terreno enemigo y buscara al siempre inquieto Matías Donoso.

Sin embargo, el ex caturro no pudo dar con el arco, primero con un cabezazo a quemarropa de Paulo Garcés y luego con una forzada chilena que encontró la reacción del portero. También pudo definir el joven Camilo Ponce, pero tampoco pudo con el ex golero de la U.

Pese a la impericia que no abandona a los ruleteros, la hinchada veía con buenos ojos lo jugado en la primera etapa. Pero la ilusión se desvaneció muy rápido con la reanudación del partido.

UN SOLO GOLPE LO TUMBÓ

O" Higgins se había visto en apuros como lo reconoció luego Eduardo Berizzo, quien manifestó que "tuvimos la pelota en el primer tiempo, pero la manejamos de manera espesa, después mejoramos y nuestro equipo estelar pasó bien la primera prueba de campeonato". Y esa mejoría de los rancagüinos comenzó en los dos minutos del complemento. Braulio Leal abrió una pelota para que centrara Luis Pedro Figueroa. Diego Chaves demostró ser un refuerzo de verdad y clavó un cabezazo apareciendo libre de marca.

Fue un golpe que mandó abajo la estantería evertoniana ante el estupor de Nelson Acosta, que veía con desilusión como el trabajo de relojería del primer tiempo comenzaba a quedar en nada. Porque abajo en la cuenta Everton ya no fue el mismo y con el ánimo por los suelos terminaron por hundirse en el fondo de la tabla.

El segundo tanto, un golazo de Figueroa, terminó con la historia en el "Lucio Fariña". Un apesadumbrado Gustavo Dalsasso, expresó que "acá no ha venido ningún mago, ni un brujo, tenemos que darnos cuenta que para salir de ésta tenemos que jugar como en el primer tiempo".

Si se consideran los campeonatos de Apertura y Clausura, Everton suma seis derrotas consecutivas y más encima sin anotar. Pese a eso, Acosta es un DT de fe y tras el partido contra O"Higgins declaró: "Aquí no hay verso, solo trabajo. Nadie puede decir que no llegamos en el primer tiempo, O"Higgins estuvo incómodo, después nos hicieron el gol y ya no nos dio el físico para reaccionar. No convertimos, si lo hubiéramos hecho a lo mejor peleábamos más el partido. Pero creo que hubo una mejoría y vamos a salir adelante".

Seis partidos sin sumar