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Corte reconoció el Hito 1 como el inicio de la frontera con Perú

La Haya mantuvo el trazado en el paralelo, pero sólo hasta las 80 millas, y cedió porción de mar al país vecino.
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Luego de seis años de espera, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya reconoció ayer el Hito 1 como el comienzo de la frontera marítima con Perú y validó un trazado de 80 millas náuticas a lo largo del paralelo que pasa por ese punto, a partir del cual generó una línea equidistante entre ambos países. Con esta decisión, se zanja la demanda interpuesta por Perú en 2008.

Hasta ahora, la frontera marítima consideraba el trazado del paralelo que parte en el Hito 1 hasta las 200 millas, situación que la corte revirtió en su fallo, cediendo al Perú una porción de la zona económica exclusiva del mar chileno, a partir de la línea equidistante que parte en la milla 80.

La académica en derecho internacional de la Universidad de Concepción, Paulina Astroza, estuvo presente en la Corte durante la lectura del fallo. Astroza explicó a La Estrella que con el fallo "no se pierde soberanía, porque la soberanía del estado se ejerce en las 12 millas marinas y eso se mantuvo".

"La extracción de los recursos marinos se encuentran dentro de la zona que la corte nos reconoció de las 80 millas, por lo tanto, eso también se mantiene", añadió la profesional, valorando positivamente el resultado obtenido por Chile. Esto porque el 54% de la anchoveta está en las primeras 10 millas y el 84% en las 20 primeras.

votación

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En 122 minutos, el presidente del tribunal de La Haya, Peter Tomka, informó que, por 10 votos contra 6, los jueces decidieron crear una línea equidistante que comenzará a partir de las 80 millas desde la costa y sigue en dirección suroeste hasta llegar a las 200 millas, entregando con esto parte de la zona económica exclusiva que antes era de Chile a Perú.

Los magistrados afirmaron que para plantear esta "solución equitativa", como la definieron-, revisaron que no provocara ninguna "amputación decisiva" en la territorialidad chilena ni de Perú, aunque asumieron que ella obligaría una "evaluación amplia de la desproporción".

Los jueces concedieron que las "circunstancias" decididas son "poco usuales" y agregaron que la Corte no determinará las coordinadas en que se establecerá este nuevo límite en el mar, por su dificultad y "porque no se le pidió" en el libelo.

Tomka agregó que esta tarea será una obligación de chilenos y peruanos, animándolos a que lo hagan bajo un espíritu de "buena vecindad".

tratados

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Para su resolución, los jueces evaluaron los tratados y protocolos firmados por ambos países a contar de 1929. Tras estimar que los acuerdos de 1947 y 1952 no delimitaron explícitamente la frontera marítima entre ambos país, se detuvieron en el convenio sobre zona especial fronteriza marítima de 1954, el que representa una "frontera a todos los efectos" y no es sólo un acuerdo pesquero, pues los países firmantes (Ecuador, Perú y Chile) lo catalogaron como un acuerdo internacional vinculante.

"La frontera marítima a lo largo de un paralelo se extiende al menos hasta aquella distancia en donde se realizaban actividades" pesqueras, estimó la Corte.

En la práctica, según los jueces, hubo una serie de hitos en las últimas seis décadas que grafican un respeto a determinada línea, particularmente vinculados a asuntos pesqueros.

Los especialistas recordaron que Lima planteó en su defensa como antecedente que en 1975 y 1976 se inició una negociación entre Chile y Bolivia para ceder mar soberano por el norte de Arica. Las conversaciones incluyeron formalmente al Palacio Pizarro, pero la CIJ le restó valor porque en los intercambios nunca se planteó el área marítima que se proponía ceder.

Los magistrados convinieron en que la situación entre chilenos y peruanos fue distinta en la superficie, donde identificaron una serie de hechos que confirmaron que la frontera territorial y marítima comenzaba a partir del Hito 1. Para ellos, fueron fundamentales los acuerdos de 1968 y 1969 en que se convino la construcción de dos faros delimitantes.

Por ello es que los magistrados votaron 15 contra 1 para desechar la demanda limeña, que requería bajarlo el límite hacia el sur hasta el Punto Concordia (o Hito 266). Ello habría significado una pérdida territorial para Chile.

La CIJ mantuvo los derechos de ambos países sobre las 200 millas marítimas, creadas en la década del "50 por Santiago, Quito y Lima.

En su determinación, los magistrados aludieron al hecho que generó el inicio de la discusión limítrofe. Esto ocurrió en mayo de 1986, cuando el embajador peruano en Chile Juan Miguel Bákula envió un memorándum al canciller chileno Jaime del Valle. En él, le aseguraba que existía una situación pendiente.

Los jueces interpretaron que en esa oportunidad Chile lo consideró como un intento de "renegociación" de lo ya existente, aunque en Lima aseguraban que no había un límite definido.

Peter Tomka leyó en el fallo que en su declaración de la época Santiago afirmó que los "estudios se realizarían en su momento". Para la Corte, los términos de dicho memorándum reconocían la existencia de una frontera marítima, pero que, a su parecer, no daba explicación precisa sobre su extensión.

Lima sólo retomó su demanda en el 2000, luego que sus autoridades le hubieran asegurado que con el fin de la ejecución de las exigencias del Tratado de 1929 ya no quedaban asuntos limítrofes pendientes.

A través de un serie de antecedentes, como mapas oficiales del Instituto Geográfico Militar de Chile, documentos de las Fuerzas Armadas de ambas naciones y decisiones gubernamentales, la Corte Internacional insistió que los límites marítimos entre Chile y Perú nunca se fijaron.

La CIJ no fijó fechas para la ejecución de su veredicto, lo que ahora deberá ser discutido por ambos gobiernos.

Los presidentes Humala y Piñera se verán las caras a un día del fallo en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en La Habana, Cuba.

"La construcción de una línea de equidistancia provisional en esa zona es una tarea sencilla". Peter Tomka, presidente de la CIJ.

La demanda peruana por los límites marítimos tiene un inicio claro. El 23 de enero de 1986, el embajador de Lima en Santiago, Juan Miguel Bákula, sorprendió al Gobierno chileno cuando le envió un memorándum al entonces canciller Jaime Valdés, haciéndole ver la situación. Bákula le entregó el mensaje enviado a nombre de quien entonces era el jefe de diplomacia peruana, Allan Wagner, hoy jefe de los agentes peruanos que defendieron a ese país ante La Haya. Ayer, la Corte le restó valor a ese hito, pues a su juicio con él Lima reconocía que existían límites entre ambos, pese que faltaba precisar cuáles eran. Ayer Wagner homenajeó al fallecido Bákula, a quien calificó como su "amigo".

Bákula

El agente defensor del Estado peruano ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la Haya, Allan Wagner, se mostró conforme con el fallo y elogió a las autoridades peruanas que fueron parte de la construcción de la demanda. "Agradezco el respaldo que en todo momento hemos recibido del presidente Ollanta Humala, de los ex presidentes Alan García y Alejandro Toledo, quienes condujeron este proceso con una ejemplar política de Estado, durante tres gobiernos democráticos", señaló Wagner.

Respaldo