Secciones

Así vivieron el fallo los peruanos en la zona

Inmigrantes no quieren que el veredicto afecte sus lazos con los chilenos.
E-mail Compartir

Amiles de kilómetros de La Haya, en Reñaca, Luis Cuzcano sigue con serenidad lo que ocurre en la Corte Internacional de Justicia y que, según rezan políticos de todos los colores, pone a fin a cualquier diferendo limítrofe pendiente entre Chile y Perú.

Luis Cuzcano vino a Chile hace cerca de 12 años, en busca de un mejor futuro para él y su familia. Aquí no sólo ha encontrado trabajo -es el encargado de cuidar una casa de veraneo en Reñaca junto a su esposa, Flor Cortez-, sino que también se encontró con la oportunidad de ayudar a las comunidades más desprotegidas de nuestra zona.

Luis fue nombrado hace algunos meses Mayordomo de la Hermandad del Señor de los Milagros, agrupación compuesta en su mayoría por inmigrantes de diversas nacionalidades, cuyo fin es dar ayuda a los más pobres de Valparaíso.

Cuzcano considera que el conflicto del límite marítimo no debe convertirse en un problema entre chilenos y peruanos, ya que éste es sólo un tema que compete a las autoridades. "No hemos tenido ningún problema con los chilenos desde que llegamos y no creo que el fallo haga algún cambio, porque es un tema político que debe ser acatado por las dos partes. Además, debemos recordar que somos naciones con lazos de hermandad", afirma Cuzcano.

"no afecta tanto"

Mónica Flores es peruana y lleva dos años en la ciudad. Ella vive tranquilamente en el cerro Cordillera, en Valparaíso, junto a su esposo, a quien conoció en Lima. "Nos vinimos para acá por un tema de trabajo, porque la cosa igual es difícil en el Perú", señala.

Con respecto al fallo, Mónica se encuentra tranquila, pues sabía que la resolución iba a ser equitativa para ambos países, aunque se preocupa de que los chilenos ahora tengan algún recelo al conocer o hablar con los peruanos.

"Hay que reconocer que el fallo igual es importante para nuestro país porque conseguimos algo que queríamos, pero tampoco va a cambiar todo. Realmente espero que esto no nos vuelva más enemigos de lo que ya éramos", dice la mujer.

Pese a que en la cuenca del Rimac celebran el veredicto del tribunal de La Haya, Mónica no cree que el fallo mejore la vida de los inmigrantes peruanos en la región: "Nosotros estamos acá y muchas veces lo que pase con estas resoluciones no nos afecta tanto", expresa.

turistas

Una mirada algo contraria tiene Claudia Cortez, quien se encuentra de visita en la ciudad junto a su familia y ve como un triunfo absoluto para Perú la resolución de La Haya.

"Yo creo que ganamos porque tendremos más mar y eso es bueno para nosotros", dice con alegría. Pese a esto, la joven cuenta que los chilenos la han recibido bien durante sus vacaciones y espera que esta resolución no afecte su paso por nuestro país: "Todos me han recibido muy bien y espero que eso no cambie", señala.

Los peruanos en Valparaíso coinciden en que esta resolución puede convertirse en el fin de una disputa que ha tenido en conflicto a dos naciones por décadas. Pero, sobre todo, hacen un llamado a que la hermandad entre ambos países no cambie sólo por una resolución internacional.

Valparaíso ha tenido durante años una estrecha relación con Perú. Durante octubre, se realiza en la ciudad una procesión multitudinaria en donde la comunidad peruana residente en la región se reúne para cargar al Cristo de los Milagros. Esta tradición, que ya se ha convertido en un ejemplo de unidad, es apoyada por el alcalde Jorge Castro, quien hace casi cinco años es una de las personas encargadas de cargar la pesada figura.

Lazos