Juan Pablo Pequeño Martínez tenía 25 años y era conocido entre sus vecinos por ser un joven tranquilo y de buen trato. Por eso ayer los residentes del block 20 de la calle Cabo Odger, en Glorias Navales, no daban crédito a los hechos acaecidos en horas de la madrugada, cuando aparentemente dos sujetos armados irrumpieron en el departamento 22 y asesinaron a tiros al joven trabajador.

Juan Pablo residía en este lugar junto a su pareja y la pequeña hija de ésta, de tan sólo dos años. Según el testimonio de vecinos aportados a Carabineros, el ataque ocurrió cerca de las cuatro de la mañana y sin que mediara discusión. Los sujetos, armados presumiblemente con una escopeta, dispararon al menos en cuatro ocasiones en contra del joven que se encontraba en su cama, hiriéndolo mortalmente en el cráneo.

"Inicialmente lo que manifiestan los vecinos del departamento es que dos individuos ingresan al interior del domicilio forzando la puerta mediante un golpe y en el interior es donde se produce la balacera", precisó ayer en el sitio del suceso, el jefe del Laboratorio de Carabineros (Labocar), capitán Claudio Pavez.

El oficial confirmó que el deceso de la víctima se produjo en el hospital Gustavo Fricke a raíz de una herida mortal en la región frontal por arma de fuego.

"Estamos trabajando el sitio del suceso. Hemos levantado evidencia que da a entender la utilización de un arma de fuego de tipo larga -escopeta-. Paralelamente se está empadronando a testigos por parte de la Sección de Investigación Policial de la Quinta Comisaría con la finalidad de dar con el paradero del o los autores", añadió Pavez, quien precisó que la evidencia encontrada da cuenta de la utilización de al menos cinco disparos.

MóVIL DEL CRIMEN

Distintas son las hipótesis que la policía maneja en torno a este brutal homicidio, no descartándose ninguna de ellas.

"Se manejan también diversas hipótesis que pueden estar relacionadas con alguna rencilla anterior o de índole sentimental", puntualizó el capitán Pavez.

El testimonio aportado por la pareja de la víctima es considerado clave, toda vez que sería la única que pudo observar de cerca a los agresores. No obstante lo anterior, el estado de shock en que quedó la joven y el hecho de que se habría cubierto para no ser atacada, le habrían impedido identificar a las personas que irrumpieron en el departamento en que vivía.

Aunque otros hechos de sangre han tenido como escenario al mismo sector, los vecinos de Glorias Navales aseguran que el barrio ha ido mejorando con los años, especialmente desde la entrada en funcionamiento del club deportivo Unión Glorias Navales. "Estamos shockeados, mal anímicamente... Esto fue como a las cuatro de la mañana. Yo vivo frente al departamento (...) La población está cambiando, tenemos un club deportivo y ya como que las cosas han cambiado, la gente está más civilizada (...) Yo creo que Glorias Navales no es una población mala", comentaba ayer Damián Becerra, quien lamentó el asesinato a sangre fría de su vecino.

"ha mejorado el barrio"