Estuve el fin de semana en Reñaca y quedé consternado al ver a unos vándalos derribando unos enormes eucaliptos añosos que nos daban sombra y aire puro y aromático cuando uno bajaba por la orilla del estero. Me dicen que se va a construir una ciclovía en la avenida Vicuña Mackenna, pero ¿por qué no se desvió un poco el trazado, para respetar nuestros queridos árboles? Espero que no sigan cortando árboles a medida que avanzan remontando el estero.

¿Estarían de acuerdo los países europeos en firmar un pacto como el de Bogotá para que los conflictos limítrofes entre ellos sean resueltos por un conjunto de jueces latinoamericanos?

Es hora de que Latinoamérica se ponga pantalones largos y resuelva sus entredichos por sí misma y no siga atada a decisiones de personas del otro lado del planeta.