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Atp de viña Las butacas vacías han sido la tónica del torneo

Pese a los diversos panoramas, el público asistente ha disminuido en relación a años anteriores.
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El ATP de Viña se había consolidado como la gran fiesta tenística por excelencia de nuestro país, en la que, era pan de cada día, ver a los tenistas nacionales ser apoyados por un court central repleto que coreaba con ahínco nuestro tan característico "¡cehacheí!".

En la edición 2013 del torneo que se realiza en Las Salinas, se supo suplir de gran manera las ausencias de Nicolás Massú y Fernándo González, habituales animadores de la competición, con la participación del español Rafael Nadal, quien realizaría su reaparición en el circuito tras una lesión que lo había alejado de las canchas.

Este año, sin embargo, la expectación por la cita del deporte blanco se ha visto muy mermada. Esto se ve reflejado en la poca concurrencia que ha llegado hasta las dependencias del torneo, tal vez, por los altos precios de las entradas que van desde los $15.000 hasta los $25.000 pesos o por la falta de "jugadores conocidos" dentro del cuadro principal.

Lo cierto es que pese a los panoramas entre los que se incluyen diversidad gastronómica, música en vivo, venta de productos, clases de zumba durante los partidos, sorteos, concursos, por supuesto las tan características promotoras (en su gran mayoría de la Quinta Región) y, sobre todo, el tenis de fondo, la gente ha decidido no ir, hasta ahora, al torneo.

Mote con huesillo

El año pasado la rompieron y este año, debido a la falta de concurrencia, las ganancias no han sido las esperadas. Sin embargo, y pese a las dificultades, el mote con huesillo busca plantarse en el ATP como el gran representante de la cultura chilena.

Marta Inés Muñoz es la encargada del puesto de mote con huesillo en el ATP y asegura que: "La falta de gente se debe a la ausencia de jugadores chilenos top. Esto nos afecta a todos los comerciantes".