En sangriento asalto balean a empresario en C° Esperanza
Banda se llevó $10 millones tras dispararle a comerciante de origen italiano. También agredieron a su hermano.
Dos hermanos comerciantes heridos, uno de ellos a bala, fue el resultado de un sangriento asalto registrado ayer, en plena mañana, en el cerro Esperanza de Valparaíso.
El delito se perpetró cerca de las 10.00 horas en la distribuidora de productos congelados Dislac Ltda., ubicada en la calle Simón Bolívar N° 343.
"A esa hora irrumpieron en el lugar en forma violenta tres personas jóvenes de sexo masculino, dos de ellos premunidos de armas de fuego, los que intimidaron a las personas que se hallaban en el lugar", explicó el capitán Paulo Jiménez, subcomisario de los servicios de la Tercera Comisaría Norte de Barón.
El oficial añadió que los dos antisociales, que estaban armados, intimidaron a uno de los propietarios de la empresa, de origen italiano, identificado como Mario.M.M., de 68 años.
En las oficinas posteriores de la firma le exigieron la entrega de la recaudación del fin de semana, la que ayer iba a ser depositada en una entidad bancaria. Se apropiaron de un maletín con dinero en efectivo.
Pese a que el hombre no opuso mayor resistencia, los hampones igual le propinaron un balazo en el muslo derecho.
En forma paralela pero en el acceso principal, el tercer implicado propinó golpes de puño en el rostro a Alejandro M.M., de 55 años, hermano del lesionado a bala.
Los antisociales escaparon a bordo de un taxi colectivo, donde los esperaba un cuarto delincuente al volante. Se fueron con un botín cercano a los diez millones de pesos.
dateados
Trabajadores y vecinos socorrieron a los lesionados, especialmente el herido a bala que sangró profusamente en el interior y exterior del inmueble, por lo que fue subido a un vehículo particular que, escoltado por carabineros, lo trasladó hasta la Unidad de Emergencia Adulto del hospital Carlos Van Buren.
Allí se mantiene internado, mientras su hermano fue evaluado por los médicos, que determinaron que tuvo lesiones a nivel maxilo facial.
Personal de la Sección de Investigación Policial (SIP) de la Tercera Comisaría Norte efectuó empadronamientos entre los habitantes del barrio y trabajadores de la empresa para conseguir pistas sobre los asaltantes.
Al interior del recinto no había cámaras de seguridad que hubieran grabado el hecho. Trascendió que sí se cuenta con la patente del taxi colectivo, la que es pesquisada por los policías en sectores altos de Rocuant, Rodelillo y San Roque, como la población La Isla.
De acuerdo al capitán Paulo Jiménez, los asaltantes manejaban información privilegiada de los movimientos de la empresa, situación que es indagada por la SIP. Al cierre de esta edición, el grupo delictual eran buscado ya que se mantenía prófugo.
barrio tranquilo
Conmoción en el barrio produjo este violento atraco. Los vecinos señalan que el sector es tranquilo y reconocen que, antes del ilícito, fueron vistos los cuatro tipos merodeando, tanto a pie como a bordo del vehículo.
Testigo directo de los hechos fue la secretaria de la distribuidora, Magaly S., quien recuerda que sus jefes se hallaban recolectando el dinero para ir a depositar al banco, cuando aconteció el delito.
"Los tres tipos golpearon la puerta y abrió mi jefe Alejandro. Lo empujaron y le pusieron el revólver en la cabeza y con insultos le exigían la plata. Entre todos empezaron a pegarle y amenazarlo con que lo iban a matar", recuerda.
Alejandro pidió ayuda a su hermano Mario y dos de los tipos ingresaron a las oficinas posteriores, donde se encontraron con el sexagenario empresario.
"Él ya les había entregado el dinero, pero de todas maneras le dispararon. Sentí el balazo y los tipos escaparon y mi jefe me pidió que llamara una ambulancia", acota la empleada. El tercer hampón forcejeó y se trenzó a golpes con Alejandro, al que no le dispararon.
Los sujetos iban a rostro descubierto, pero con polerones con capuchas para dificultar su identificación.
Los atracadores metieron el dinero sustraído en un maletín de la empresa, además de bolsas de ferias. Además sustrajeron documentos bancarios. "Tiene que haber sido un dato. Los vecinos vieron a los tipos antes en el colectivo y sentados aguardando para entrar. Acá no tenemos ningún letrero que indique se trata de una empresa. Llevamos unos cinco años acá y nunca he sabido de un hecho similar", expresó la asustada trabajadora.
"Fueron dateados. Acá no tenemos ningún letrero que indique que se trate de una empresa". Magaly, secretaria de la distribuidora y testigo del violento asalto.
"Estábamos trabajando y sentimos bulla y vimos al Mario tirado en el suelo sangrando. Lo agarró mi hijo con otro caballero y lo subieron al vehículo para llevarlo a la posta. Iba mal, inconsciente, si se demoran un poco más pudo haber muerto. Acá es tranquilo, nunca había pasado algo así", dijo el operario Luis Orellana.
Lo ayudaron