He seguido las reacciones a la lámina publicada en mi cuenta de twitter y que vuestro medio reprodujo el sábado recién pasado. Junto con agradecer el debate y diálogos que han surgido al respeto, debo decir, ante las críticas adversas que: 1.- Nada malo hay en ponerse en el lugar de un animal. 2.- Lo que simboliza ese dibujo es la figura humana sometida al castigo animal, invirtiendo los roles y poniendo de manifiesto lo primitivo de esta práctica. 3.- No debemos perder de vista que la institución autoridad, trasciende a quien desempeña el rol. 4.- Para quienes entienden que esa figura representa a la alcaldesa de Viña del Mar, deben saber que es ella quien entrega patentes a quienes cometen el delito de maltrato animal. 5.- Que es frívolo hacer una lectura superficial, cuando lo que se está mostrando en esta ilustración es que los animales empatizan con nuestro sufrimiento, lo que nosotros pocas veces somos capaces de hacer. 6.- Que quienes fustigan el estilo crudo con el que he querido representar esta realidad, defienden a una persona que fue ferviente partidaria del régimen más despiadado que nuestro país ha conocido, época en la que nadie se habría atrevido a hacer lo que hicimos quienes elaboramos esa lámina de protesta. Espero que el próximo festival de la canción sea una ocasión bien aprovechada por las comunidades conscientes, para denunciar el castigo y abuso brutal que en Viña del Mar se practica con los caballos que tiran victorias. No olvidemos que "el humor es algo muy serio" (G. Marx).