Solamente quiero manifestar que las imágenes que todos vimos de los desórdenes acontecidos durante el partido de fútbol entre Wanderers y la Universidad de Chile son el fiel reflejo de lo que se vive a diario en la ciudad de Valparaíso. Usted podrá apreciar en plaza Aníbal Pinto, desde el miércoles en adelante, a eso de las siete de la mañana, cómo se divierten los jóvenes en nuestra ciudad, cómo con una falta de respeto a todo lo establecido como sociedad beben alcohol, se drogan, hacen sus necesidades a vista y paciencia de vecinos, transeúntes y hasta de carabineros y bomberos, que me ha tocado ver llegan al lugar a limpiar con las mangueras y agua a presión la inmundicia que ellos dejan. La barra del equipo de la ciudad, una vez más, deja en evidencia lo lejos que estamos de ser considerados como una sociedad moderna, educada y desarrollada. ¡Ánimo, Valparaíso! No hay mal que dure cien años.

Da vergüenza ajena ver en los noticieros la acción vandálica de delincuentes mal llamados "barristas" del club de deportes Santiago Wanderers de Valparaíso, cada vez que hace de local en el hermoso estadio de Quillota. Los quillotanos no se merecen que el estadio y la ciudad en general se vean denigrados por el acciones de estos delincuentes. Y si a esto se le suma el acciona de los barristas de los clubes contrincantes, la violencia es aún mayor. ¿Hasta cuándo se seguirá permitiendo que debido a estos eventos se tenga que distraer de las funciones específicas a Carabineros, que son el resguardo de orden público en las ciudades y calles? ¿Qué hay del plan Estadio Seguro? ¿Por qué los encargados de los eventos deportivos no proveen de guardias privados para mantener el orden? ¿Qué dicen al respecto los presidentes de los clubes deportivos? ¿O es que se ampara a estos delincuentes en desmedro de los reales socios e hinchas que van a gozar del espectáculo deportivo? Ojalá que las autoridades a quienes corresponda este tema tomen cartas en el asunto, el cual cada vez se va haciendo más grave.

Leopoldo Vásquez Morales.