A las 12.10 de la noche salieron al escenario Rafael Araneda y Carolina de Moras, en el Gran Salón Ballroom del Casino de Viña del Mar, iniciando de esta manera la gala del Festival de la Canción.

Pero todo comenzó a las nueve de la noche, cuando se abrieron las puertas del recinto viñamarino para recibir a los primeros invitados, principalmente funcionarios municipales e invitados locales.

El cóctel, considerado por los presentes como uno de los más austeros de los últimos años, comenzó lentamente y su gran sorpresa fue una bola de carne con un dulce explosivo (ver nota secundaria).

A las 22.30 horas comenzó el show. La llegada de los primeros invitados por la alfombra roja prendió los televisores ubicados estratégicamente en la sala del cóctel, provocando que todos quedaran hipnotizados mirando a las estrellas faranduleras y sus vestidos.

A las 23.30 la sala del cóctel estaba que explotaba y un llamado por altavoz anunció que todos debían entrar al comedor. En cada mesa había una entrada que consistía en un moldeado de ostiones con queso Brie, gel de maracuyá, reja de murtilla y láminas de turbot. Todo era acompañado por un vino de marca Caliterra.

A las doce de la noche causó conmoción la llegada de los "carabineros" Rodrigo Salinas y Sergio Freire. Los actores, vestidos como uniformados de gala, causaron que la mitad de la sala los aplaudiera y la otra los mirara con cara de asombro.

A las 00.50 la gente empezó a quejarse, ya que el segundo plato, el principal de la noche, aún no era servido. La mayoría de la gente había estado horas esperando en el cóctel y demostraba su disgusto a viva voz.

Al final, el esperado plato llegó a la mesa y consistía en lomo de wagyu, phila crocante de peras y gorgonzola, más causa tibia de centolla y sour cream. Todo con una reducción de hierba rica del altiplano chileno.

De postre se venía bizcocho de mandarinas y frutos secos con cremosa de nutella y toffee de absenta, entre otras delicias.

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Entremedio las autoridades hicieron discursos. Hablaron la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, y los animadores, además de Pablo Morales, director del Festival, quien agradeció los cuatro años en que Viña del Mar los acogió como los organizadores de la fiesta. j