A varios metros de lapuerta número 12 del block 160 del conjunto Nuevo Horizonte II de Glorias Navales se siente el olor nausabundo a orina concentrada. Es la casa de la señora María Margarita Escala, una mujer de 86 años que vive en completo abandono, que sufre del mal de Diógenes, entre medio de una plaga de ratones, pulgas y garrapatas por los perros vagos que siempre la rodean.

La mujer sufre de demencia senil y esquizofrenia, cuando anda de buenas cuenta cosas de su vida y comparte sus inquietudes, pero cuando está mal hay que arrancar, amenaza a los vecinos con cuchillos y palos, grita, garabatea a quien se le atraviese, y los niños del condominio tienen que escondese en sus casas.

Según ella comenta, crió a sus cinco hermanos y todos se fueron de su lado, algunos de ellos al extranjero y nunca nadie se ocupó de ella. Desde hace al menos 17 años, fecha en que se entregaron los departamentos, ella vive sola y su problema fue en aumento, pero hace ocho años que la situación es crítica.

preocupación

Leticia lópez es la presidenta de la junta de vecinos y la única a quien la señora María Margarita le tiene confianza y la deja entrar a su casa, se preocupa de darle alimentos y se ha acercado a todas las autoridades para pedir una solución en su caso, pero en estos ocho años, la situación no ha mejorado.

"Hemos ido a la municipalidad, al Serviu, salud, al Senama a todas las entidades y es como el compra huevos, de aquí me mandan para allá, de allá para otro lado y de otro lado para acá nuevamente y ¿cómo en ocho años nadie ha podido hacer nada?, no se puede, esta situación es insostenible", señaló la vecina.

Jonathan Orellana vive en el departamento de al lado y es el que más sufre con su vecina enferma. Basta con abrir la puerta o una ventana para que su casa se inunde de moscas y de malos olores. Viven con el cloro, el matamoscas y el Lysoform en la mano, pero él y su familia no dan más.

"La brisa viene siempre para este lado, así que todos los olores se nos vienen para acá. Ella vive en medio de los ratones, en la noche sale, se sienta afuera y los ratones salen del departamento por un hoyo que hay debajo de la puerta y van donde ella, están un rato rodeándola y se vuelven a entrar", dijo el vecino.

Hace la orina en baldes que después tira hacia afuera y defeca en bolsas que almacena y que después va a dejar "por ahí". No tiene luz ni agua y cada cierto tiempo el baño se tapa por el agua que viene desde los pisos superiores y se rebasa desde su casa. Salen las aguas servidas al patio del codominio y los vecinos tienen que juntar dinero para que vaya una empresa a hacer limpieza.

"Ojalá que la saquen de acá, la mediquen y la traten en un hospital. Que limpien esto de una vez. Ya no sabemos a quien recurrir", dijo la presidenta de la junta de vecinos.

El municipio informó que desde hace un año que tiene conocimiento de la situación que afecta a María Escala, puesto que a través del departamento de Desarrollo Social, han buscado diversas soluciones. Sin embargo, según la evaluación realizada recientemente por un profesional del Hospital Gustavo Fricke, no habría sido considerada una paciente de riesgo, anulando la posibilidad de llevar a cabo cualquier tipo de tratamiento.

El municipio asegura que mantiene su compromiso y está gestionando su traslado a un hogar de ancianos.

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