Incendio dejó sin hogar a una familia del Cordillera
Tres adultos y dos menores lo perdieron todo. Incluso a una de sus mascotas.
Ayer era un día importante para la porteña Margarita Flam: Constanza, la mayor de sus hijas, gracias una beca ingresaba a estudiar en la universidad. Pero la dicha familiar se transformó en drama, luego que un incendio destruyera por completo su hogar en el cerro Cordillera.
El siniestro se produjo a la medianoche en una casa de material ligero ubicada al final de la calle 5, en la parte baja de la ladera del cerro. A esa hora Margarita y su pareja Jorge, y las dos hijas menores, Kimberly, 13 años, y Javiera, de 5, estaban en sus dormitorios empezando a conciliar el sueño. No vieron el Festival, sino que una teleserie nacional. De pronto la dueña de casa despertó sobresaltada con la habitación llena de humo. De inmediato alertó a su pareja y acudió a las habitaciones de las niñas, para salir arrancando por la escala de acceso hasta la calle en la parte superior. "El fuego empezó en la cocina y alcanzamos a salir huyendo a pies pelados y con lo puesto. No salvamos nada", comentó. Claro porque en cuestión de minutos las llamas envolvieron el inmueble, destruyendo para siempre toda una vida de recuerdos. Sus muebles, electrodomésticos, vestimentas, artefactos y fotografías, entre otras especies, quedaron reducidas a cenizas. También lamentaron la pérdida de una de sus mascotas, una perrita maltés de un año y medio que no pudo escapar de la casa, como sí lo hicieron un labrador y unos gatos. La rápida llegada de bomberos de seis compañías evitó que el fuego se extendiera a otras construcciones. Vital además fue la cooperación de los vecinos, que aparte de agua en las desesperación echaron tierra a las llamas para sofocarlas. Respecto de las causas, los bomberos barajan la tesis de un problema eléctrico. "Sí, fue un cortocircuito, empezó en el enchufe donde teníamos conectado el frío", acota Margarita.
La emergencia pudo ser controlada cerca de las 03.00 de la madrugada. Carabineros de la tenencia Cordillera adoptó el procedimiento. Mientras que personal de la municipalidad catastró a los afectados, albergados en casas de parientes.
La idea de la familia afectada es tener ayuda en el retiro de los escombros, y posteriormente en el acceso a una mediagua de emergencia para instalar en el mismo terreno donde han vivido por unos 18 años. Vecinos ya les colaboran con la entrega de bienes materiales.
Margarita cuenta que se perdieron los uniformes y útiles de dos de sus hijas. "Faltaba comprar un delantal y una mochila. El resto todo se quemó". Además se incluye el netbook e impresora de la primogénita Constanza, que gracias a una beca por su buen rendimiento, comenzaba ayer primer año de Ingeniería en Alimentos en una universidad local. La joven trabajó para adquirir sus herramientas de estudio. "Lo importante es que gracias a Dios salimos con vida, porque lo material se puede recuperar", dice de buen ánimo la jefa de hogar.
Hija matea