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Hijo de Mandolino no quiere a Don Francisco en el funeral de su padre

Sebastián Navarrete habló duro desde el sur: "No quiero que sus ojos caigan sobre el cadáver de mi padre", dijo.
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De nada parece sirvieron las palabras de Mario Kreutzberger, Don Francisco, luego de que se conociera la muerte del comediante Armando Navarrete, quien se hiciera conocido por su personaje "Mandolino", con el que brilló en "Sábados Gigantes". El animador expresó, tras conocer su deceso, que la relación entre ambos nunca estuvo en punto muerto, lo que fue refutado por el hijo del comediante.

Mandolino residía desde 2010 en Honduras junto a su hija Lidia y en ese país tenía un programa de televisión todos los domingos. Durante el último tiempo, Mandolino había gozado una buena salud, pese a sus 80 años de vida; por eso su repentino fallecimiento sorprendió a medio mundo.

Habla el hijo

Habla el hijo

Mientras en Honduras Lidia ha liderado los trámites tras la muerte de su padre, en Chile, Sebastián Navarrete Carvallo, otro de los hijos del comediante, aprovechó de aclarar la relación de su padre con Don Francisco y confirmar cómo fueron los últimos años de Armando Navarrete. "He pasado por diferentes estados de ánimo, desde la pena, la rabia y la impotencia. Ha sido muy difícil para nosotros", contó en una entrevista concedida a radio Cooperativa.

"Hablé con él hace dos días atrás y lo veía tan feliz porque su programa iba a darse por cable en Estados Unidos. Pensaba que finalmente iba a tener la posibilidad de reencontrarse con su público. Lo vi tan feliz, como siempre fue", expresó.

Sebastián afirmó -en la misma entrevista con Cooperativa- que el fallecimiento del comediante le da "una sensación de injusticia porque él amaba su país y su público, porque pensó que se le cerraron las puertas de este país. Nunca se le reconoció que él traía la alegría en un momento tan difícil de nuestra historia".

"Era impresionante como siempre él mantuvo la sonrisa, siempre se mantuvo de pie... Él quería más pero me imagino que esto estaba escrito que tenía que terminar así. Esto no termina aquí, es el comienzo para intentar reivindicar la carrera de mi padre", aseguró el también escritor.

Don Francisco

Conocido su fallecimiento, Don Francisco no pudo quedar exento de opinar. En entrevista con Canal 13, el animador lo calificó como alguien con "mucho talento" y con "gran sentido del humor". "Engalanó las tardes de sábado con su talento y el gran sentido de humor que él tenía", agregó el animador, quien puntualizó que, tras la muerte del comediante, "me queda el recuerdo de haber compartido con él, no solamente las dos décadas en "Sábado Gigantes", sino que aproximadamente una década en los escenarios, actuando en persona en todos los rincones de Chile y América".

Sobre una eventual pelea entre ambos, dijo que "más de alguno dijo que estuvimos peleados, pero no, no estuvimos nunca peleados, estuvimos distanciados por cuestiones de competencia laboral. Lo más claro es que el 8 de septiembre de 2012, hace muy poco, cuando en la gala de "Sábado Gigante" se cumplían 50 años, participó, hicimos una pequeña rutina juntos".

"Él va a dejar el recuerdo de ese pantalón ancho, con el cordón colgando, con los dientes medios picados, con la sonrisa y con la foca", finalizó el animador.

El hijo

Diferente fue la opinión de Sebastián, quien fue particularmente duro con el animador. "Nunca ha habido una relación de los Navarrete con los Kreutzberger... El peor error que cometió mi padre es pensar que Mario era su amigo. Las reacciones que ellos tengan ahora me imagino que van a ser para poder apaciguar las aguas, para intentar proteger a este caballero, porque eso es lo que se hace en estos días. No me interesa lo que ellos tengan que decir", afirmó a Cooperativa.

"Como familia, no nos interesa que el señor Kreutzberger aparezca en el funeral. No quiero que sus ojos caigan sobre el cadáver de mi padre. No es sólo mi deseo, es el de toda mi familia", dijo.

"Nuestro deseo es que no venga al funeral, no queremos que ahora venga a llorar frente al cadáver de mi padre, porque cuando pudo haberle dado la mano, no se la dio y le dio vuelta la espalda. Yo no puedo estar velando a mi papá y este señor al lado. No soy así de hipócrita", concluyó.