No fue la cadena de sismos lo que hizo mover el piso viñamarino, sino el estruendo que causó la gente en el Polideportivo Sausalito con la victoria de la selección chilena de balonmano que le permitió alzarse con la medalla de bronce.

El elenco nacional dominó de principio a fin el encuentro, donde, obtuvo una ventaja de cuatro puntos en la mitad de la segunda etapa, y que supo mantener y administrar bien para luego terminar derrotando al elenco charrúa por 27 a 21.

Marco Oneto, capitán de los nacionales aseguró que tanto él como sus compañeros tienen la mirada puesta en los Juegos Olímpicos de Río 2016: "Desde un principio sabíamos que nuestro piso era el podio, teníamos mucho que mejorar y de cierta forma lo hicimos. Hay satisfacción a pesar de que este equipo puede más, sigo creyendo en nosotros, sigo creyendo que nuestra meta son las olimpiadas de Rio 2016 y de ahí no nos bajaremos".

Se repitió y fue el punto negro que la organización de Odesur no pudo resolver. Nuevamente, decenas de personas -al inicio de la jornada final- hacían filas en el acceso del Polideportivo de Viña del Mar. La razón, simplemente que no les daban acceso pese a que tenían, en algunos casos, entradas en mano.

La organización se excusaba en la premisa de que las graderías estaban llenas, sin embargo, todo el sector sur del recinto, frente a la entrada principal, estaba desocupado por razones que aún se desconocen y que nadie tampoco quiso aclarar.

¡otra vez!