Pagó el arriendo, se despidió de su casera y de la gata, y se suicidó
El hecho ocurrió en céntrica pensión de Valparaíso.
Durante la madrugada del domingo, personal de la Segunda Comisaría Central de Valparaíso se trasladó hasta el 432 de calle Eleuterio Ramírez, en pleno centro de Valparaíso.
Allí, los vecinos de la pensión en donde habitaba Fernando Sergio Campos Serey, de 49 años, llamaron a la policía preocupados porque el sujeto hace dos días no abandonaba su pieza, y todo hacía sospechar que ocurría algo extraño.
Efectivamente, al llegar Carabineros debió derribar la puerta de la habitación, percatándose de que el cuerpo del sujeto, oriundo de Valparaíso, yacía sobre su cama, con el torso desnudo y un alambre sujetando dos algodones en cada uno de sus oídos.
En su velador, un cóctel mortal de clonazepam y alcohol. El frasco no contenía todas las pastillas y la botella de alcohol tenía menos de la mitad.
En la cama, al interior de un sobre, una carta de despedida dirigida a Inés, Rebeca y Panchita, acompañada de 50 mil pesos en efectivo (ver recuadro).
Inés Escobar es la dueña de la pensión donde Fernando vivía hasta la madrugada del domingo; Rebeca, su cuñada de más de cien años; y Panchita, la gata de Inés, quien en muchas veces era atendida por Fernando.
SOLITARIO
SOLITARIO
"Él era una persona muy buena, nunca ocasionó ningún problema ni nada por el estilo; al contrario, era muy colaborador y se hacía querer mucho", señaló doña Inés a La Estrella, al referirse a la persona que durante ocho meses vivió bajo su techo.
"Nunca lo visitó nadie, ni me contó de algún familia. Él mandaba muebles para el norte y después le mandaban su plata por su trabajo, es lo único que sabía de él", agregó la porteña, quien se mostró conmovida por lo ocurrido.
"Ahora estamos con el tema del funeral y Carabineros está tratando de ubicar a algún familiar. Lo que yo sabía era que hasta hace algún tiempo vivía con su mamá en el cerro Barón, pero más allá nunca me contó nada", agregó.
La responsabilidad de Fernando Sergio Campos Serey era conocida entre su cercanos. Por eso no extrañó que en el sobre en donde se despedía de su arrendataria, le dejara 50 mil pesos. "Lo más probable es que haya dejado esta plata para cancelar el último mes en que vivió acá. Como dije antes, él era un hombre muy correcto y nunca provocó ningún problema", señaló Inés Escobar.
último mes