Los procesos de selección a que son sometidas hoy todas las personas que en nuestro Chile buscan el ansiado trabajo han llegado a un nivel de excelencia tal que los expertos manifiestan que los que son definitivamente escogidos son los sujetos idóneos en todo sentido para el cargo abierto a concurso. Los procesos en general cuentan con exhaustivos análisis de los antecedentes personales, familiares, financieros, sicológicos, capacidad de absorción de trabajo, referencias de trabajos anteriores, actitud ante crisis, nivel de profesionalismo: todos los que hemos participado alguna vez de estos procesos podemos dar fe de lo anterior. Han surgido opiniones encontradas en relación de la efectividad de algunos test de evaluación sicológica, porque el evaluado sabría de antemano cómo contestar, pero los expertos se encargan de negar la ocurrencia de dichas ventajas. Cada materia calificada aporta su peso específico en la nota final que obtiene el evaluado y de ella depende su futuro laboral. Con los tropiezos que ha tenido el gobierno para formar sus equipos, se deberían tomar estos métodos de selección y lograr el balance perfecto entre ser partidario al gobierno que lo propone y a la vez tener antecedentes excelsos, capacidad demostrada y entrega asegurada para el cargo a que son postulados.

Todo lo visto hasta el día de hoy en selección de cargos públicos no es acorde a un país que pretende ser un país desarrollado.