Vecinos de Placeres alegan por obras de edificios
Daños en sus casas y veredas destruidas, son algunos de los problemas.
Una serie de molestias han sufrido vecinos del cerro Los Placeres por un edificio en construcción.
Lidia Arancibia, operadora telefónica del hospital Carlos Van Buren, es una de las habitantes del barrio que no quiso vender su casa a la constructora Icafal, la cual, en un terreno que comprende la avenida Matta y calle Paula Jaraquemada, levanta una torre de 17 pisos (155 departamentos), condominio que debiera estar operativo en junio de 2015. Lidia lleva más de un año conviviendo con el ruido de las faenas, incluida la coprolalia de los obreros, y otras molestias para sus dos hijos, nuera y nieto de sólo unos meses.
Lidia cuenta que el terremoto del 27-F ocasionó daños a su vivienda, por lo que tuvo que incurrir en algunos gastos de remodelación, como la habilitación de un baño en el primer piso, el mismo que ahora ve en peligro por las obras del edificio. Ya presenta fisuras y grietas en sus murallas por los movimientos de la maquinaria pesada.
En su patio, en el suelo de cemento también se observan grietas.
Hace poco más de un mes que botaron la muralla de Lidia que colinda con la obra. Actualmente, unas planchas de madera son la única división entre ambas. Lidia se queja de que no ha recibido las especificaciones técnicas y que tampoco han protegido como corresponde su perímetro con mallas y concreto para evitar derrumbes y la humedad del invierno.
Ella mantiene contacto con el jefe de la obra, que asegura ha prometido de palabra que, ante cualquier inconveniente, van a responder. En pocos días más se va a derrumbar otra parte de su muralla, donde su baño puede verse afectado.
Lidia quiere un compromiso por escrito de la constructora ante cualquier imprevisto, lo que no ha sucedido. "He vivido acá toda mi vida, mi abuelo compró la casa hace 70 años y tuve que invertir plata en ella después del terremoto. Exigimos un mínimo de respeto considerando que he dado todas las facilidades para que hagan su trabajo", dice.
En el lugar La Estrella contactó al encargado de la obra de la constructora Icafal, quien se excusó de realizar declaraciones.
Otros perjudicados son dos negocios: una botillería y una shopería. En esta última el encargado se queja de que el constante polvo de la obra le ha impedido vender almuerzos y otros comestibles. También de la destrucción de las veredas y del acceso a su local por parte de los pesados camiones que cargan material y que se estacionan en cualquier horario, incluso interrumpiendo el flujo vehicular con conos. Los residentes exigen que la municipalidad y el Serviu fiscalicen el futuro condominio.
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