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La "otra" feria de cachureos que atrae a porteños y turistas

Ropa, antigüedades, juguetes y hasta ejemplares de la revista erótica "Bravo" se encuentran en el Almendral.
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Cuadras y cuadras para vitrinear, donde se encuentra de todo: muchos objetos que podrían ser considerados basura por algunos, pero que acá se convierten en objetos valiosos para el comprador. La "otra" feria de los cachureos porteña, ubicada en pleno barrio Almendral -y sólo a unos pasos de la oficial, la que por años se instala en el bandejón central de la avenida Argentina- tiene atractivos de sobra para pegarse un paseo un domingo por la mañana.

Eso sí, una advertencia, la mayoría de los vendedores son celosos de su mercadería. Espantan rápidamente a quienes osan sacar fotografías sin permiso. "A mil la foto, a mil la foto", dice con fuerza un comerciante, enojado porque intentan inmortalizar una de sus revistas. Más allá otro vendedor explica después que por ahí pasan muchos turistas que sólo se entretienen con sus cámaras y finalmente no compra nada. Por eso rechazan las fotos.

Pero la mencionada revista tiene su atractivo. Se trata de un ejemplar de la extinta "Bravo" (que circuló en los años setenta y ochenta en nuestro país) y que en su portada tiene a una joven en paños menores con un sugerente titular: "Adolescente en póster desplegado". Y en el interior se ve a la chica mostrando sus pechos. ¿Tendrá más de 18 años? Queda la duda. Para los que se interesan en la lectura, el artículo principal es una entrevista al futbolista Patricio Yáñez. En esa época la revista costaba $100, hoy se la puede llevar por $500. Son varios los números de la "Bravo" que se pueden adquirir ahí y en todos el gancho es una mujer mostrando su cuerpo.

para cinéfilos

Fanáticos del cine y adolescentes son los que más llegan al puesto de Jorge Acuña, quien se ubica todos los domingos en Independencia casi esquina Rancagua. Ahí instala sus pósters de películas e íconos del cine y los stickers que él mismo hace, basándose en los gustos populares.

De cine llaman la atención pósters realizados a partir de las portadas de revistas y diarios. Hay una que da cuenta de la muerte de Marilyn Monroe y otra de la disolución de The Beatles. "Esta selección no la tiene nadie acá, casi todos traen afiches de fotografías de Valparaíso, no de ésto". Las láminas tienen un valor de $1.500 y con marco cuestan $3 mil.

Pero lo que más vende, especialmente entre los adolescentes, son los autoadhesivos que él mismo confecciona a partir de lo que esté de moda. "Ahora se venden muy bien los stickers de "Peppa" (dibujo animado que transmite "Discovery kids") y también del juego matemático Mimecraft que está muy de moda entre los adolescentes". Cada autoadhesivo tiene un valor de $300.

tradición familiar

Son varios los comerciantes especializados en juguetes. Hay varios que ofrecen las famosas muñecas barbies y hasta es posible encontrar los solicitados "Furby"s", aunque es bien difícil saber si alguna vez van a funcionar.

Antonio Torres se especializa en autitos de colección. Según contó es una tradición que viene desde su tatarabuelo y son varios sus familiares los que se dedican a lo mismo. Tíos, primos y hermanos, todos buscan el modelo más original.

"Acá vienen personas de todas las edades, pero es a los adultos a quienes más vendo, adultos que nunca dejaron de ser niños", asegura.

Cuenta con orgullo que vende sólo modelos de metal y entre sus joyitas cuenta con unos camiones a $45 mil y rieles de tren hechos en Alemania que tienen un sofisticado sistema de ensamblaje. "Muchas veces vienen personas que no saben muy bien el valor de las cosas que vendo", comenta, mientras atiende a la gran cantidad de potenciales clientes que se acercan a su puesto. "Acá hay productos de todos los precios, desde $500", les dice a quienes se acercan con la intención de comprar algo.

antigüedades

Si bien no es lo más típico, en la "otra feria" se pueden encontrar varios stands con antigüedades. Muebles de maderas nobles, maletas, loza, lámparas. Mario Figueroa vende de todo un poco, pero sin duda lo que más llama la atención son dos platos decorativos. Uno tiene pintado el rostro del ex presidente de Estados Unidos John Kennedy y que fue confeccionado en Alemania, y otro con las caras felices de los príncipes de Gales, Carlos y Diana. Se trata de un recuerdo de la boda que siguió todo el mundo el 29 de julio de 1981. "Esos me los trajeron del extranjero y cuestan $10 mil cada uno", cuenta Figueroa.

Ir a la feria de los cachureos es un paseo obligado para muchas familias porteñas. Y en las calles aledañas al Congreso es numerosa la gente que circula, especialmente al mediodía. Según Mario Figueroa a las ocho de la mañana comienzan a llegar los comerciantes para instalarse. "Acá es libre, cada uno gana su lugar, no es como en la avenida Argentina donde tienen sindicatos y un espacio asignado". Además de los puestos, se han instalado varios restoranes que ayer se veían llenos.

Paseo familiar