Sandro hizo famosa la canción que decía "al final la vida sigue igual". Ese tema ahora lo podrían cantar a coro en Mantagua. Santiago Wanderers cambió de técnico y ahora de arquero, pero los triunfos no llegan. Los verdes salieron de la zona de Liguilla por la Sudamericana y están a 6 puntos del descenso. Tras caer por 2 a 1 en la octava región, Héctor "Choro" Robles asumió su "responsabilidad" en el actual momento, mientras que el capitán Jorge Ormeño reconoció que ahora el objetivo es sumar para no poner en riesgo la permanencia en Primera División.

"Estoy muy dolido porque no le pudimos entregar una victoria a la gente de Wanderers. Yo soy del club, quiero a la institución y sé que se necesitan triunfos. Acá soy yo el primer responsable de lo que pasa", explicó Héctor Robles, tratando de marcar distancia con el proceso de su antecesor Ivo Basay.

En lo futbolístico Wanderers se vio ordenado en los primeros 45 minutos, pero careció de argumentos para llegar con real peligro al arco de Cristián Muñoz. Durante los 90 minutos no se pudo observar un cambio a lo que ya venía ofreciendo el equipo con Basay.

El trámite

Aunque en el camarín caturro se habló de superioridad, lo cierto es que hasta el minuto 40 del primer tiempo controlaron a una Universidad de Concepción, que después de ocho partidos sin ganar, no quería cometer errores.

Sin embargo, todo se rompió cuando Mauricio Prieto trató de salir jugando por el sector izquierdo y perdió el balón. La distracción le costó cara porque Leonardo Monje recibió en el área y dejó sin opción a Castellón.

La apertura de la cuenta fue clave, si bien Robles afirmó que él, "quedó prendido en camarín para salir a buscar el empate", lo cierto es que los locales siempre estuvieron más cerca. En los 57´ Wanderers se la jugó con un doble cambio, mandando a la cancha a Sagredo y Canales, pero todo quedó en nada cuando 5 minutos después, tras un córner, la zaga caturra no despejó de buena manera el balón y en la jugada siguiente Fernando Manríquez metió un zapatazo de 25 metros que dejó sin reacción a los caturros.

Como ya se hace costumbre, Wanderers buscó el descuento con más ímpetu que fútbol y Gastón Cellerino fue el que más riesgo creó, incluso, sufrió un claro penal no sancionado por el juez. El argentino marcó el del honor en los 89 minutos, tras una buena recuperación de Saldías y un buen centro de Opazo, que el "Tanque" pudo cabecear entre sus dos marcadores.

Pajarito nuevo

Gabriel Castellón fue de los pocos que sacó la tarea adelante. El joven portero mostró ganas, actitud y aplicación cada vez que fue requerido. "El puesto de arquero es muy ingrato y hay que estar muy atento. Me sentí bien, pero lamentablemente no pudimos ganar", fue la reflexión del meta caturro.

Uno de los que lo felicitó públicamente fue Ezequiel Luna, el central le tiró toda la pérgola al debutante. "Hay que felicitar a Castellón. Estuvo atento con los pies y también respondió en un mano a mano bien difícil. Debe seguir creciendo, pero hoy demostró buenas condiciones", señaló el trasandino.

Así, Castellón al parecer seguirá atajando en lugar de José Lafrentz, quien siguió el partido desde el banco de suplentes.

Wanderers tiene 33 puntos y el último de los equipos que descienden tiene 27 - Huachipato- por lo que esos 6 puntos no garantizan ninguna seguridad. Para un plantel que en un principio habló de campeonatos y luego de alcanzar la liguilla a Copa Sudamericana, al parecer, ahora volverá a pelear por no descender. El capitán Jorge Ormeño fue duro y asumió la realidad, "ahora tenemos que sacar algo más, porque no nos está alcanzando para ganar los partidos. Cambian los objetivos y aunque no nos guste tenemos que darle con todo porque ahora la la obligación es sumar puntos", aseguró el capitán.

Cambio de ruta