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"Fiestoforo" revoluciona las redes sociales con sus ácidos dibujos porteños

Las ilustraciones se ríen de la idiosincracia porteña. Pronto se convertirán en un libro.
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Fiestoforo es un joven porteño que desde hace unos años está haciendo dibujos para representar la realidad de Valparaíso y la sociedad chilena. Al comienzo, eran meros bocetos sin mucho sentido, pero que con el tiempo, sumado a la influencia de grandes humoristas gráficos como Quino, Latuff y Brieva, sirvieron para que el dibujante pudiera expresar sus propias ideas y pensamientos.

Actualmente, Fiestoforo no se encuentra en el país pero, deseoso de dar a conocer su trabajo, accedió a dar una entrevista vía correo electrónico, en la cual comentó por qué le gusta más decir que es porteño en vez de chileno.

"Nací y me crié en Valparaíso, pero actualmente no vivo ahí. Siempre me he creído más porteño que chileno, porque si preguntas qué es ser chileno, cuesta responder cosas específicas, porque el país es muy largo y diverso. En cambio si dices qué es ser porteño, puedes indicar elementos más puntuales. Sólo para poner un ejemplo, una vez me contaron que había un hombre ciego que podía distinguir si alguien venía de Valparaíso. ¡Él había notado que levantábamos más los pies al caminar!", explica.

Dibujos porteños

En relación a su trabajo, el dibujante enfatiza que "es gratificante poder expresar de manera gráfica ideas súper complejas, sin hacer uso de palabras. Me gusta graficar las narraciones más íntimas, esas que no llegan a los monumentos ni a los libros oficiales".

¿Y por qué Valparaíso? Porque le llaman la atención sus "contradicciones".

"Por ejemplo, es Patrimonio de la Humanidad, pero al mismo tiempo sufre una de las peores cesantías del país. También pasa que algunos turistas se enamoran de su arquitectura ecléctica, pero desprecian a sus habitantes "por ser vulgares", dicen ellos, pero yo creo que es una forma de ser porteña, más festiva. Por ejemplo, al monumento del cable de cobre en la avenida Argentina, nadie lo conoce con ese nombre, y la ocurrencia porteña lo bautizó como "el monumento al mojón"", apunta.

Pese a que algunos de sus dibujos han causado fuertes reacciones, ha tenido buena acogida y de hecho va a hacer un libro. "Siempre es grato leer las reacciones que suscitan mis dibujos. En general, han sido buenos comentarios. A veces hay comentarios de gente que se ofenden por algún dibujo, y no es de extrañar, porque el humor gráfico es inocente en apariencia, pero muchas veces artero en contenido".