Pavoroso y sangriento crimen en quebrada de Valparaíso
Cadáver fue hallado con al menos 15 lesiones cortopunzantes en tórax y abdomen. Faltaban sus zapatos. Barajan ajuste de cuentas o asalto.
La imagen era impactante para los que ayer en la mañana transitaban por el camino que lleva a la cárcel de Valparaíso. Al fondo de una quebrada repleta de basura se observaba a un hombre sentado en una extraña posición. Parecía dormido, pero en realidad se hallaba sin vida, tras haber sido brutalmente asesinado.
A las 07.50 horas, la tenencia de Carabineros de Cordillera recibió un llamado que alertaba del hallazgo del cuerpo de un hombre, en una quebrada ubicada en el sector denominado Pueblo Hundido, frente a la población Joaquín Edwards Bello, en la parte alta de Playa Ancha.
Los uniformados concurrieron al lugar, de complicado acceso, y verificaron que se trataba de un varón con claros signos de haber sido ultimado por la intervención de terceros. Paramédicos del Samu del hospital Van Buren certificaron el deceso.
múltiples puñaladas
El hombre se encontraba sentado y apoyado en unas ramas, a metros del cerco de madera del patio de una casa. Vestía pantalón gris y calcetines de mismo color, cinturón negro y polera verde, polerón oscuro y una chaqueta de cuero negra. Faltaban sus zapatos. Su rostro y torso estaban ensangrentados.
Los uniformados comenzaron las primeras averiguaciones entre los habitantes del sector, pero no hubo alguien que lo reconociera como residente del barrio. Dieron cuenta al fiscal de turno, que dispuso la concurrencia de peritos del Laboratorio de Criminalística (Lacrim) y de la Brigada de Homicidios de Valparaíso.
En la revisión externa, los detectives comprobaron que se trataba de un hombre de entre 30 y 35 años, caratulado como N.N., ya que no portaba alguna billetera con su cédula de identidad.
Al examinar el cuerpo, los policías notaron que presentaba al menos una quincena de heridas cortopunzantes en distintos puntos del tórax anterior (zona precordial y cara lateral izquierda) y el abdomen, que le ocasionaron una fatal anemia aguda. La data de muerte al momento de la revisión fue estimada en unas cuatro a cinco horas.
Los detectives recorrieron las inmediaciones en búsqueda de rastros de sangre que pudieran indicar si el sujeto fue herido en otra parte y lanzado a ese lugar. Todo apunta a que fue ultimado en el mismo terreno donde fue encontrado.
La data de muerte coincide más o menos con el horario en que algunos testigos sintieron ruidos extraños. "Cerca de las 07.00 de la mañana, mi vecina escuchó gritos de alguien pidiendo ayuda y luego una polvareda. Se vio arrancar a dos personas", sostuvo una mujer que no quería involucrarse en la investigación, evitando prestar declaración a la policía civil. Varias personas de la población Joaquín Edwards Bello y Montedónico acudieron a observar las pericias, pero no lograron individualizarlo.
Aparte de los residentes de Pueblo Hundido, los detectives empadronaron a trabajadores de una fábrica de ladrillos que se encuentra contigua al terreno donde apareció el occiso.
Al cadáver le fueron tomadas impresiones de sus huellas dactilares, las que fueron llevada a laboratorio para establecer la identidad. Fueron recolectadas otras evidencias que servirían para esclarecer el caso.
Respecto de las líneas de investigación que baraja la policía, una hipótesis indica sobre un posible asalto. Otra apunta a un ajuste de cuentas o venganza de antisociales contra el occiso, quien recientemente habría salido libre desde el recinto penitenciario local.
Al cierre de esta edición seguían las diligencias tendientes a ubicar al o los responsables del delito.
"Mi vecina escuchó a alguien pidiendo ayuda y una polvareda. Después se vio arrancar a dos personas". Pobladora de Pueblo Hundido.