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Alcalde Castro hasta las lágrimas: "Esto es una pesadilla que no termina"

El jefe comunal porteño se quebró al hablar de la tragedia más grande de Valparaíso.
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Las últimas horas del alcalde de Valparaíso Jorge Castro lo han marcado y para siempre. Han sido horas de desvelo, de preocupación y de impotencia al ver cómo una gran parte de Valparaíso sucumbía ante las llamas incontrolables de un incendio que ha sido calificado como el peor de la historia de Chile.

Desde muy temprano por la mañana y hasta muy tarde en la noche, el jefe comunal ha trabajado incesantemente, su teléfono celular no para de sonar para coordinar o para ofrecer ayuda y él, pese a la pena que lleva en su corazón, se ha secado las lágrimas para dirigir la operación más importante de su vida.

"Esto es una tragedia de proporciones, es lo más grande que ha pasado en Valparaíso después del terremoto de 1906 y ver la magnitud del daño causado, ver la cantidad de gente que ha quedado sin nada, ver lo depredado que están los barrios fundantes de la ciudad y ver el sufrimiento de la gente en los albergues, es algo de lo que uno no puede desentenderse. He podido llegar a las vísceras de la tragedia y no tengo esa capacidad de echarlo a una mochila, esto es una tensión constante que no se lo doy a nadie", señaló el alcalde.

hasta las lagrimas

Jorge Castro se ha mantenido estoico frente a la tragedia, sin embargo, no puede evitar emocionarse hasta las lágrimas al recordar lo vivido estas últimas horas.

"Ha sido difícil, estamos hablando de personas que lo han perdido todo, he dormido sólo producto del cansancio, pero ha sido muy complicado el tratar de apartar lo que estamos viviendo. Siento que esta es una pesadilla que no termina y cada vez que hemos despegado, lo hacemos con más complicaciones de las que habíamos tenido el minuto anterior. Ha sido muy complicado y la verdad es que cuesta, aún cuando uno sabe que esta dirigiendo la ciudad mas difícil de Chile, la que te da por semanas situaciones distintas; esto sobrepasa cualquier situación. Hay niños y adultos afectados, personas fallecidas, gente calcinada que ha quedado irreconocible, no sé…", señala antes de quedar en silencio.

-Sí... -dice escuetamente con los ojos en lágrimas y el rostro compungido. Pero Castro no está para llorar, él es quien debe liderar la reconstrucción de Valparaíso y sabe que no será una tarea fácil. Hoy los ojos del mundo están puestos en Valparaíso, pero sabe que llegará el día en que las cámaras se apaguen, la ayuda menguará y las autoridades se irán, y los porteños deberán seguir adelante.

Cuando aún no se apaga totalmente el fuego y el temor de un nuevo rebrote está latente, Jorge Castro piensa en la reconstrucción. Tiene la esperanza en que sea rápida, aunque sabe por experiencia que será cosa de años. Basta de recordar el último gran siniestro ocurrido en Rodelillo el 14 de febrero de 2013, cuyos damnificados aún esperan ayuda. "La reconstrucción de Valparaíso espero que sea rápida, pero todo tiene su tiempo; creo que vamos a comenzar en este periodo y va a terminar haciéndolo el próximo alcalde o la próxima administración, porque no tengo ninguna duda de que tenemos trabajo de mediano y largo aliento. Se nos vienen meses difíciles por delante", precisó el jefe comunal.

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