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Dramático relato de bomberos que casi mueren calcinados

Comandante y otros tres voluntarios quedaron atrapados entre las llamas: "Creímos que era el final".
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Un infierno: así se puede calificar lo que el pasado sábado vivieron los voluntarios de Bomberos que trabajaron en la catástrofe que afectó a Valparaíso. Sin embargo, lo que vivió un grupo de bomberos de la Primera Compañía de Quilpué "Esteban Santic" fue realmente dramático.

Mientras intentaban apagar las llamas en la subida El Vergel, en el cerro La Cruz, cuatro voluntarios quedaron encajonados, con fuego por sus cuatro costados y sin poder zafar de las llamas que arrasaban todo sin control, gracias al viento incesante que había aquel día en el lugar del siniestro.

El comandante Boris Bravo Romero, el superintendente Gerardo Silva, el tercer comandante Leonardo Araya y el conductor Héctor Krause fueron los protagonistas de esta historia de horror que hoy, gracias a su experiencia, pueden contar.

"Estuvimos a punto de morir quemados cuando el fuego nos envolvió. Antes alcanzamos a sacar una unidad donde había un teniente a cargo, que era mi hijo, pero yo quedé encerrado arriba y no tenía por dónde salir, había más de cien casas ardiendo y yo estaba al medio. Por los patios llegué a una calle paralela donde había una unidad que estaban en las mismas condiciones que yo", relató el comandante de bomberos de la Ciudad del Sol, Boris Bravo.

"entregué el mando"

Los minutos posteriores fueron los peores de sus vidas, porque estuvieron cara a cara con la muerte.

"El fuego estaba por todos lados, había una temperatura que era poco resistible, si no es por los uniformes que tenemos, nos hubiéramos encendido como un palo de fósforo por la radiación. Se calcula que había por lo menos 600 grados", relató el voluntario.

Boris Bravo y sus colegas fueron fríos y pensaron en cómo salir de esa situación. Armaron pitones y comenzaron a bajarle la temperatura a las casas que ardían y que antes no habían podido salvar del fuego.

"No permití que ninguna unidad ingresara al sector a buscarnos para no aumentar los riesgos de personas, pero en más de una oportunidad pensamos en lo peor. Habíamos cuatro bomberos y cuando el fuego envuelve al carro, ya pensamos que nos íbamos con el carro, no teníamos por dónde escapar. Estábamos perdidos...", indicó Bravo.

autocontrol

El jefe bomberil continúa con el espeluznante relato: "Los cuatro que estábamos éramos bomberos con experiencia, que nos hace tener sangre fría en ese tipo de situaciones, lo cual nos permite tomar decisiones y lo que hicimos fue sacar líneas de protección y no movernos, porque iba a ser peor. Ante todo, el autocontrol era importante y gracias a Dios logramos bajar la temperatura que nos permitió poder salir. Ésta ha sido la emergencia más complicada, ha habido otros incendios donde nos ha envuelto el fuego en el cerro, pero el pastizal en algún momento te da la posibilidad de arrancar, pero no es lo mismo, porque ahora chocábamos con murallas encendidas y si nos poníamos a correr a tontas y a locas, íbamos a terminar mal. Yo en algún momento entregué el mando porque yo estaba a cargo de Quilpué, se lo entregué al teniente que había sacado su unidad hacia un sector seguro y que era mi hijo. Él que quería entrar a sacarnos a toda costa, pero yo fui tajante en no permitirle el ingreso y que él protegiera a su personal".

-Exactamente, yo iba a morir en el lugar por las condiciones, pero el autocontrol nos permitió salvarnos porque gracias a nosotros mismos salimos, bajamos temperatura y esperamos a que las casas que estaban encendidas se apagaran, esperamos eso soportando el exceso de temperatura.

Una vez que lograron bajar la temperatura y tras varios minutos luchando contra el fuego, los cuatro funcionarios quilpueínos lograron salir y juntarse con el resto de los colegas, con quienes se saludaron y se dieron un abrazo infinito.

Sin embargo, no podían parar, así es que subieron rápidamente a los carros, cargaron más agua y se fueron hacia otro lugar a combatir el fuego.

A las 06.00 de la madrugada llegaron de vuelta a su comuna para descansar un rato y volver a salir el mediodía del domingo.

"En más de una oportunidad pensamos en lo peor, habíamos cuatro bomberos y cuando el fuego envuelve al carro, ya pensamos que nos íbamos con el carro, no teníamos por dónde escapar". Boris Bravo Romero Comandante del Cuerpo de Bomberos de Quilpué.

El teniente Boris Bravo Carvajal, hijo del comandante que fue protagonista de esta trágico, hecho grabó minuto a minuto lo acontecido al otro lado de las llamas. Un aterrador video muestra las casas en llamas, los bomberos huyendo de las lenguas de fuego y la comunicación con su padre que se mantuvo en todo momento. Frases como "quedamos encajonados, hay que evacuar" y "no hay nada más que hacer, no hubo caso", se escuchan en la comunicación que a cualquier hace poner los pelos de punta. En el video, Bravo Carvajal relata además que las casas que intentaron salvar se iban a quemar todas porque el fuego era incontrolable. Además apunta que las personas se rehusaban a dejar sus casas.

Video en youtube