De todo ha llegado a los distintos centros de acopio de Valparaíso. En el Fortín Prat, un costado del terminal Rodoviario del Puerto, hasta preservativos se han visto entre las donaciones, como contó a La Estrella Medardo Valladares, encargado del local.

Pero eso no ha sido lo único llamativo en el centro, en donde ayer trabajaban unos 25 voluntarios. "Hemos tenido jóvenes de España, Escocia y una chica de Rusia", contó el funcionario, quien aprovechó de convidar a los estudiantes para que hoy lunes se den una vuelta por el lugar.

"Necesitamos voluntarios para clasificar lo que nos llega, no queremos que una vez pasado el boom se vayan, porque acá los necesitamos. Eso sí, estamos muy agradecidos de los estudiantes de la Adolfo Ibáñez y la PUCV y la UV", agregó el hombre, quien trabaja en el lugar con los voluntarios desde las 08.00 a las 22.00 horas.

Vanessa Arenas cuenta que en el lugar está todo clasificado por sexo, talla y tipo de ropa y accesorios. La voluntaria aseguró que lo que más se necesita es ropa de interior nueva para mujeres, sobre todo sostenes. En el Fortín Prat han debido que botar gran cantidad de zapatos y ropa que ha llegado en mal estado o, en el caso del calzado, con un solo pie.

También hace falta material de embalaje. "Necesitamos que traigan cajas, huincha y bolsas plásticas, ojalá transparentes, y personas con vehículos para subir a los cerros con lo que se necesita", agregó Valladares, quien puntualizó que al lugar llegan quienes -acreditación en mano- resultaron damnificados, a buscar lo que necesitan. Además, de forma regular se está enviando a los cerros parte de lo que se reúne.

Un carnaval de colores se vivió este domingo en los cerros afectados por el incendio, luego de que cientos de voluntarios salieran a las calles a traerles algo de felicidad a los niños damnificados. Con batucadas y disfrazados diversos personajes de la televisión, cientos de jóvenes de diversas regiones de nuestro país se dieron la tarea de repartir huevitos de Pascua a todos los niños que se encontraban en su camino.

"Lo que quisimos hacer era traerles un poco de felicidad entre tanto sufrimiento a estos niños, muchos lo perdieron todo. Lo que más nos pone contento es su cara cuando ven que el Gato Juanito o La Pepa les dan un chocolate", cuenta Arturo Ramírez, quien vino desde Santiago con sus compañeros de universidad a repartir huevos de Pascua los cerros de Valparaíso.

Además, realizaron shows en diversos puntos de los cerros, en donde realizaban bailes y entregan globos a los pequeños, quienes con emoción veían cómo sus ídolos se encontraban ahí para apoyarlos.

Mucho chocolate

Marcela Paredes fue una de las tantas afectadas por el incendio y llevó a su hijo a ver a los voluntarios. El niño entre risas recibió muchos chocolates, los cuales comía rápidamente y sin la autorización de su madre. La mujer señaló que estaba preocupada de que su hijo se pudiera enfermar. Pese a esto, lo dejó disfrutar de un momento de distracción entre todo lo que está sucediendo. "Hemos pasado por mucho y estas cosas nos ayudan a reírnos un poco, es muy lindo", comentó.