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Doblemente castigados

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En este fin de semana santa, Viña del Mar, Concón, Reñaca, Horcón, Maitencillo se repletaron de gente, disfrutando de este fin de semana largo y de la costa. Y Valparaíso fue un desierto.

Los comerciantes de los sectores turísticos y patrimoniales de Valparaíso, no afectados de forma directa por el incendio, sino por la tristeza, habían esperado mucho de este fin de semana para generar buenos recursos para el Puerto. El turismo, el patrimonio y la cultura son fuentes importantes de recursos para todos los porteños, de forma directa o indirecta, y después la gran tragedia del incendio, hubiese sido muy bueno que llegara masivamente gente a disfrutar de los tesoros patrimoniales y gastronómicos del Puerto, para también ayudar a levantar el ánimo de los porteños. Lamentablemente, por un lado nuestro alcalde nos pegó un tiro en el pie diciendo que la mejor forma de ayudar era no venir a Valparaíso; y, del otro lado, las autoridades instauraron una inútil restricción vehicular, que acabó de disuadir la poca gente que quería venir. Es así que los porteños, castigados por la tragedia, fueron doblemente castigados por las autoridades, incapaces de tomar el tema en su conjunto. Todos los porteños fueron afectados por este incendio y todos necesitan ayuda y apoyo, y lógicamente pertenece a las autoridades determinar cómo, sin discriminación y con preocupación por todos.

Agradece a los jóvenes

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Soy una persona damnificada del sector El Bosque, en cerro Ramaditas. Fui profesora por 40 años, trabajé en la escuela Santa Ana N° 3 y hoy me emociona ver cómo ex alumnos, ex apoderados e infinidad de personas se han acercado de tendernos una mano. Quiero darles mil gracias a los jóvenes que todos los días suben a ayudarnos, estaremos eternamente agradecidos de ellos y de todas las personas que nos ha ayudado. Tengo 68 años y ver a estos niños cómo trabajan todos los días, cómo entregan todo por ayudarnos desinteresadamente, me ha dado ánimo, fuerzas y voluntad para seguir en pie. No sé cómo expresar im agradecimiento, pero siento una enorme admiración por esta juventud noble.