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Por piropear a amiga, lo mataron de un balazo

Joven wanderino, que trabajó como voluntario en la tragedia del mega incendio, pereció tras violento ataque de pololo celoso en Playa Ancha. Ayer fue su funeral.
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En medio de cánticos y arengas de hinchas del club de sus amores, Santiago Wanderers, ayer fue despedido un adolescente porteño ultimado este fin de semana en Playa Ancha.

Johan Patricio Jara Zúñiga cumplía la mayoría de edad la primera semana de mayo. Sus cercanos cuentan que destacaba por ser muy amistoso, al punto que el pasado fin de semana acudió a Los Pinos, en el quinto sector, para compartir con unos jóvenes de su edad, que no eran del todo agrado de Juan Jara, su progenitor.

Algo de razón tenía el hombre, dedicado a la locomoción colectiva. Esto porque cuando Johan departía en una escala del block 25, frente a la calle Pisagua, se desencadenaron los infortunados sucesos que acabaron con su vida.

"Johan llegó al grupo y se encontró con una amiga y le dijo unos piropos, que estaba bonita. No sabía que estaba el pololo y Johan le explicó que eran amigos hace tiempo y le ofreció disculpas. La pareja se fue y al rato ella se reintegró sola al grupo. Después apareció el pololo con otro tipo y le dispararon a Johan", relataron los familiares de la víctima.

voluntario

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Don Juan señala que su hijo era un buen muchacho, muy amistoso y confiado en las personas. Pertenecía a una familia de esfuerzo, donde el jefe de hogar se dedicaba por completo a cubrir las necesidades de él y sus cuatro hermanos. Pero a Johan le gustaba ganar su plata: cortaba el césped, pintaba departamentos, vendía anticuchos en las ramadas y velas en Lo Vásquez; ahora último fue contratado en Portales para apalear hielo.

El trabajo lo combinaba con las ganas de terminar su enseñanza media en un centro educacional porteño, ya que de niño tuvo problemas de lenguaje. No muy virtuoso con el balón, igual se probó en las inferiores de su querido Wanderers.

"El fin de semana del gran incendio quería ir en camioneta a repartir pan a los cerros. Al final se inscribió y le pasaron bototos y guantes y estuvo todo el día de voluntario con la camiseta del Wanderers. Era un cabro bueno", recuerda su padre, quien señala que, aunque se sancione al responsable, no hay resignación, porque ya no lo verá nunca más.

Ayer Johan fue enterrado en el cementerio Parque del Sendero. En el lugar del crimen, amigos levantaron una animita en su recuerdo.

buscan al atacante

El atacante sería otro menor del cerro Cordillera. La Brigada de Homicidios indaga el crimen. El jefe de la unidad, subprefecto José Ortiz, dijo que los primeros antecedentes indican que cuando el joven se hallaba en el grupo, llegaron dos sujetos a rostro cubierto. Uno increpó a Johan y luego, con una escopeta, le disparó a corta distancia en la región torácica anterior.

La víctima caminó unos pasos hasta que se desplomó. Sus cercanos lo llevaron al consultorio Quebrada Verde, pero ya había fallecido.

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"Se trataría de un caso de rencillas por desavenencias juveniles", dijo el jefe policial, descartando de plano que se trate de una pelea entre pandillas, integrantes de barras de fútbol o líos de narcotráfico. Ayer los detectives seguían los empadronamientos de testigos y familiares para dar con el paradero del autor del disparo, que está identificado. j