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Trabajador del aseo lucha por su vida: tiene el 50% del cuerpo quemado

Intentó salvar a una anciana del fuego y fue atrapado por las llamas. Esta internado en la Posta Central. Podrían amputarle sus manos y una pierna. Su familia lo perdió todo.
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Sólo hace un par de días, el porteño Fernando Padilla González, de 42 años, trabajador del aseo en la ciudad, despertó de un coma inducido en el cual se encontraba desde el pasado sábado 12 de abril.

El hombre, oriundo del cerro Las Cañas, había sido trasladado de urgencia hasta la Posta Central de Santiago, debido a las graves quemaduras que sufrió en su cuerpo, durante el mega incendio del pasado fin de semana. Padilla, padre de dos niños de 6 y 12 años, resultó con más del 50% de su cuerpo quemado y hoy se debate entre la vida y la muerte.

"Yo pensé que estaba muerto, porque no supe de él durante toda la noche del sábado. Luego Bomberos me dijo que lo habían rescatado, que estaba muy mal y que lo habían tenido que llevar a Santiago urgente", relata Pamela Martínez, esposa de la víctima.

"Despertó hace poco. Llora mucho y no recuerda muy bien lo que pasó. Me dice que se encontraba cerca del cerro La Cruz y que fue a ayudar; entró a una casa para tratar de rescatar a una abuelita y de ahí no recuerda nada más", agrega Pamela.

La situación del trabajador porteño es muy delicada: "Tiene las vías respiratorias muy comprometidas, al igual que sus extremidades. Lo más probable es que sus brazos deban ser amputados, al igual que una de sus piernas. Él no siente sus manos, sabe que está grave, pero no sabe cuán grave está", dice su esposa.

lo perdieron todo

El drama de los Padilla Martínez no termina ahí, pues al crítico estado de salud de Fernando, se suma la tragedia de haberlo perdido absolutamente todo en el incendio del pasado 12 de abril.

"Nosotros arrendábamos y lo perdimos todo. Aún no le he dicho a Fernando que no tenemos casa. A todos nuestros familiares se les quemó la casa, por lo que prácticamente estamos en la calle. Por el momento no me he preocupado de qué vamos a hacer ni de los bonos, ni de nada de eso; sólo estoy preocupada por mi marido", confiesa Pamela Martínez.

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Los hijos del matrimonio, que ya lleva 12 años juntos, también están sufriendo con la actual situación de su padre. "Lo extrañan, lo echan mucho de menos y ambos saben que el papá está en el hospital enfermo. El mayor, de 12 años, padece del síndrome de Williams, por lo que el tratamiento de la noticia ha debido ser especialmente cuidadoso con él. Estamos prácticamente solos. Yo viajo todos los días a Santiago y el desgaste físico, emocional y económico es muy alto (ver recuadro). Sólo espero que podamos salir de esto, porque esta situación es muy angustiante. Sólo pedimos un poco de ayuda y que mi marido pueda salir de ésta", señala la mujer, antes de tomar el bus rumbo a Santiago, para acompañar a su marido. j

Los constantes viajes de Pamela a la capital han significado un gran gasto de dinero para esta mujer, que ha debido renunciar a su trabajo para estar al lado de su marido en estas complicadas horas. "Debo gastar mucho dinero en los viajes. Ojalá alguien o alguna empresa de buses nos pudiera ayudar en este tema porque realmente quiero estar al lado de mi marido, pero el dinero a veces falta. Ojalá alguien nos brinde una mano", señala Pamela Martínez, esposa de Fernando Padilla.

Necesita ayuda