Agua escurriendo a lo ancho de la calzada por la rotura de una cañería y toneladas de escombros ocupando las vías: así era el panorama que ofrecía ayer el castigado cerro El Litre.

Afortunadamente el tema de la locomoción colectiva se ha ido solucionando con la presencia de algunos vehículos de alquiler, pero sus calles están prácticamente desiertas y sólo se aprecia a damnificados en proceso de retiro de escombros de las que eran sus casa. En calle Ruiz Tagle estaba Edgardo Ledesma junto a algunos de sus familiares. Gracias a un compañero de trabajo, que le facilitó un camión 3/4, pudo sacar del terreno fierros, latas y ladrillos, entre otros desechos. El proceso se hizo más lento por la falta de voluntarios.

"Estamos agradecidos de los universitarios, hubo muchos de ellos ayudando. Ojalá no les nieguen la posibilidad de colaborar. El panorama ahora se ve desolador", señala el hombre que perdió la vivienda que ocupaba junto a otros cuatro adultos y un menor.

"Necesitamos que pasen camiones retirando los escombros para mejorar los accesos a los vehículos", dice mientras espera la llegada de una mediagua.

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Myriam Palla ha estado cooperando con los afectados del barrio. "Se necesitan las manos de los estudiantes, que sepan que los accesos están abiertos y pueden subir sin problemas, que no hay brote de sarna como se ha dicho. Hay muchos escombros y el municipio no está mandando camiones a sacarlos con la velocidad que la gente necesita. Imagínese si llegan luego las lluvias va a arrastrar todo hacia abajo", aventuró. j