Iniciativa busca que la ayuda sea más directa y efectiva.
Sherezade Madina dice que es orgullosa. Que a pesar de haber perdido todo en el incendio del pasado 12 de abril, le cuesta recibir ayuda. Por treinta años mantuvo impeque su casa del cerro Merced, donde vivía con su esposo y su nieto de 18 años, y hasta ahora nunca había necesitado del apoyo de los demás. Pero hoy necesita de ese apoyo. Y lo sabe.
Así, Scherezade y los suyos se convirtieron en los primeros en ser parte de la campaña de la fundación Vamos que Se Puede (creada por el senador Francisco Chahuán), en que familias con ganas de ayudar apadrinan a una símil, pero que resultó damnificada por los incendios.
"Me emociona tanta ayuda, en especial de los jóvenes. Muchas veces los criticamos, decimos que son malos, pero en esta oportunidad fue al revés. Han estado con todos nosotros dándonos la fuerza necesaria, ayudándonos a subir y bajar escalas. Son ángeles caídos del cielo, todos los porteños estamos en deuda con esos jóvenes que vinieron", destacó Scherazade.
Y precisamente uno de esos jóvenes, el estudiante de Derecho de la Universidad de Los Andes, Juan Pablo Castro, junto a sus papás, apadrinó a Scherezade, quien recibió de ellos lo necesario para cerrar su casa, de la que quedaron sólo los pilares en pie.
Según Chahuán, de esta manera la ayuda es más directa y efectiva. "Son muchos los casos de personas afectadas. Está el de la señora Ernestina, que tiene artrosis, o la familia que tiene dos jóvenes con cáncer en el cerro Merced. Entonces se necesitaba una forma para ayudar y de ahí surgió la idea de que unir a una familia no damnificada con una damnificada. Contactarlas directamente y no sólo para echar una mano de ayuda, sino que solucionar el problema. En los próximos días se dará un caso de la entrega de una solución habitacional completa a una familia".
En un día y medio de esta campaña se logró apadrinar a 50 familias y según Chahuán el objetivo es llegar a 300 en los próximos días. J