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Familia damnificada vive en una micro abandonada

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La familia González Estay se encuentra pasando duros momentos, luego de que la vivienda que arrendaban en el cerro El Litre, de Valparaíso, resultara completamente quemada tras el mega incendio del pasado 12 de abril.

Mario y Andrea, junto a los pequeños Moisés (3), Manuel (8) y Luz (10), desde el 13 de abril viven en una micro abandonada en el terreno de un conocido, ubicado en Playa Ancha, quien al enterarse de la precaria situación familiar tras el desastre, ofreció la vieja máquina para que pudieran tener al menos un techo bajo el cual cobijarse.

"La noche del incendio no pudimos quedarnos en un albergue y nos ofrecieron esta solución. No lo pensamos mucho porque lo habíamos perdido absolutamente todo en el incendio", señala Andrea Estay a La Estrella.

"Al comienzo, como es una micro vieja abandonada, no tenía ni ventanas", añade la mujer. "El frío se metía por todos lados y como pudimos, ahora logramos aislarla con madera. Tampoco teníamos agua ni luz, pero nuestro amigo que nos facilitó el lugar nos convidó energía y agua para poder estar acá", detalla.

La familia González Estay lleva 26 días viviendo en la micro abandonada y las condiciones no son las mejores.

"No tenemos baño, por lo que instalamos un balde el cual lo ocupamos de taza. En la mañana, con un lavatorio baño a los niños para que vayan al colegio y salgo con el más chico a dejarlos. Es todo muy difícil, mientras esperamos que nos entreguen una solución con respecto al arriendo que andamos buscando (ver recuadro). Los niños están tristes, imagínese estar viviendo en una micro... Nosotros que somos adultos quizás podamos soportar, pero los niños no, no lo entienden", señala Andrea.

"Manolito, de ocho años, no quiere vivir acá, está donde una tía que también es damnificada. La otra vez vino y estuvo todo el día llorando, muy triste, no puede dimensionar todo lo que ha ocurrido. Él está con una depresión muy grande, al igual que su hermana de 10. Moisés, el más chico, es el que nos hace reír con sus locuras", relata la mujer, quien solicitó la ayuda de los asistentes sociales municipales para que le entreguen una solución lo más rápida posible para ella y su familia.

"Lo estamos pasando muy mal. Nunca pensé que terminaría viviendo en una micro, necesitamos ayuda", finaliza Andrea Estay. J