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Conozca al hombre que chocó el auto de los Cazafantasmas

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Juan Carlos Etchegaray, villalemanino y empresario, es un hombre que ama e idolatra los autos. Esta pasión comenzó cuando era niño, específicamente cuando quiso que su bicicleta funcionara como si tuviera un motor instalado. 'Quería que sonara poderosa y por eso le ponía perros de colgar la ropa en los rayos', dice sonriendo.

Con el tiempo, la bicicleta quedó de lado y su lugar fue reemplazado por diversas motos y vehículos, los cuales hasta el día ocupan un gran espacio de su corazón.

'Antes de todo esto fui profesor y director de una escuela básica ubicada entre Los Perales y Los Molles. También fui enfermero y no pude seguir porque, por fresco y enamorado, tuve un problema de salud en el corazón. Luego tuve una panadería, trabajé con el oro, me estafaron, me fui al sur a trabajar con las algas para recuperarme económicamente, hasta que volví a Villa Alemana y en 1987 comencé con el taller, que ha sido el proyecto de mi vida', aclara Etchegaray, antes de empezar a revelar sus entretenidas historias con las tuercas.

Sentado en la comodidad de su escritorio, Juan Carlos Etchegaray recuerda que en 1987 fue un gran enojo el que le alumbró el camino.

'Había mandado a arreglar uno de los autos que me había comprado, un Citroen 11 ligero del año '53, como el que usaba Hitler, pero los tipos del taller se demoraban mucho en arreglarlo y tuve que ir yo mismo a terminarlo. Y luego de eso, les dije que por qué no me conseguían un arriendo, que ellos trabajaran para mí y así nació la automotora', explica el villalemanino.

Desde que instaló el taller que lleva su mismo apellido en la avenida Valparaíso de Villa Alemana, Etchegaray confiesa que ha perdido la cuenta de la cantidad de autos y motos que ha tenido. 'Yo coleccioné motos también un tiempo y por supuesto también autos, porque realmente me gustaban los modelos, pero sentía que me faltaba algo', manifiesta.

-Chocarlos.

Insólito: coleccionar autos sólo para hacerlos añicos. Un lujo que sólo unos pocos pueden darse.

'Es que una vez vi por internet una versión de 'Demolition' en Estados Unidos y me encantó. Y eso era lo que justamente quería hacer... juntar 12 autos para que compitieran en un terreno y la gente lo viera', apunta emocionado.

Sin embargo, estos deseos no fueron tan fáciles de concretar, ya que cuando quiso ponerse en campaña para armar un campeonato de este tipo, todas las autoridades le dijeron que no. Que no fuera desubicado.

'Las autoridades me hicieron la tremenda pero la tremenda tapita. Me pedían muchas cosas a favor y pese a que las cumplía todas, nadie se atrevió a autorizarme', comenta Etchegaray.

Y así estuvo por años hasta que un cercano le dio una malévola idea al oído: ¿y si lo haces ilegalmente?

'Y lo hice no más. En 2006, preparamos un sector de Lo Orozco y puse 12 autos. El evento se llamó 'Demolition Derby 1' y se hizo publicidad por radio y con afiches para difundirlo. Fue harta gente y fue espectacular. Al año siguiente hicimos el 'Demolition Derby 2' y también fue muy bueno', describe extasiado.

No obstante, en ese tiempo estaba asociado con otra persona para hacer la competencia. 'Después tuvimos algunas diferencias y nos separamos. Y ahí yo hice mi primer 'Demolition Car', el cual hasta el momento ha sido la sensación de la ciudad', asegura el fanático de los autos.

Pero en este punto de la historia, cabe señalar que lo que hizo que Etchegaray fuera el 'number one' de los choques, fue un auto que era igualito, por no decir idéntico, al de los Cazafantasmas.

'Ese auto era re choro y todos lo amaban. A veces salía en él y lo estacionaba en la estación de Villa Alemana y cuando volvía, estaba rodeado de gente contemplándolo y sacándole fotos', recuerda con alegría.

El auto de los Cazafantasmas era un Chevrolet Roller de 1957 que estaba estacionado como poca cosa fuera de una casa en la población Belloto 2000.

'Apenas lo vi sabía que había que restaurarlo, pero luego que lo compré, lo convertí en el auto de los Cazafantasmas. Me inspiré porque cuando fui a Disneyworld, vi los vehículos utilizados en el cine y ahí estaba ese. Fue del que más me costó deshacerme, porque le tenía cariño y a todos les gustaba', explica Juan Carlos.

El Cazafantasmas nació para el primer 'Demolition Derby', obteniendo el primer lugar. También ganó en la segunda versión y finalmente murió en el 'Demolition Car'.

'Su estreno fue en Lo Orozco, luego participó en el estadio de Limache donde los gritos del público se escuchaban hasta Peñablanca. Y finalmente, participó en la competencia que se hizo en donde antes estaba ubicada la discoteque Nexo (paradero 1 de Peñablanca)', relata Etchegaray.

El auto de los Cazafantasmas logró su estatus chocador cuando todos creían que estaba muriendo frente al vehículo de un uruguayo.

'El uruguayo incluso había dado por ganada la competencia porque el neumático delantero había quedado completamente acostado, pero cuando puse reversa, me di cuenta que volvía a su lugar y mientras él saltaba sobre el capó celebrando su victoria, yo empecé a virar en U para darle con la parte trasera. Ahí el uruguayo se metió de nuevo al auto y Cazafantasmas ganó', describe con los ojos brillosos.

Para ganar, el conductor tiene que lograr que todos los demás autos no se puedan mover.

'La competencia en un principio eran los doce autos chocando, pero esa era justamente lo que no me parecía y por eso no participé más del 'Demolition Derby'. Yo quería que fuera igual a la original, entonces en el 'Demolition' Car se hace la competencia con seis autos, donde primero los doce se pasean unos 20 minutos para mostrarse al público, luego los primeros seis hacen veinte minutos donde hay roces, provocaciones y después empieza el juego de verdad. Los últimos seis mejores de los doce compiten entre sí', explica el villalemanino.

Además del Cazafantasmas, Etchegaray hizo réplicas del auto de Batman, Aquaman, Capitán Maravilla y hasta de carros policiales. 'Todos eran ovacionados, pero el favorito era el Cazafantasmas. El pobrecito quedó hecho pebre y una grúa se lo llevó. Siempre lo recordaré', dice con nostalgia.

El objetivo de este hombre de las tuercas es hacer un 'Demolition Car' en Viña. Sin embargo, para ello quiere apoyo y que todos participen. 'Conocí al jefe de seguridad, conversamos del tema y es probable que esto se haga en el Estero Marga Marga. Pero ahora no quiero ser yo el que ponga los doce autos, sino que los que quieran participar, lo hagan con sus autos para que ahí sea la competencia como corresponde. Y para recuperar el dinero, cobraremos una pequeña entrada para que todas las familias vayan. Los 'Demolition' son seguros porque todos los autos están enjaulados y en la parte donde va el chofer, está protegido con un gran fierro que resiste hasta el golpe más poderoso', asegura Etchegaray.

Quienes se interesen por participar o saber más del tema, pueden escribir a a automotrizetchegaray @hotmail.com. J